Capítulo 48

Alejandro

Al fin estoy donde quería estar y eso es en los brazos de la mujer que amo. Haciéndola mía mientras tocamos las estrellas y jurándole desde lo más profundo de mi corazón todo el amor que siento por ella.

Anoche luego de que regresáramos de la playa y de que Ibiza se encerrara en su habitación sin querer volver a hablar conmigo. Me fui directo hacia la sala para poner mis ideas en orden y pensar en como podía llegar a ella sin que volviera a escapar de mí.

En el transcurso de la noche solo me quede sentado en la sala en medio de la oscuridad, con la mente completamente en blanco. Había pensado un rato muy agradable en compañía de Ibiza mientras recorríamos toda la playa y de buenas a primeras todo se esfumó.

Ya son más de la media noche, pero con exactitud no sabía bien que hora era. Solamente vi desde mi lugar como Ibiza pasaba por delante de dónde estaba con dirección a la terraza, pero después dio media vuelta hacia la cocina como si fuese lo que estaba buscando