Mientras tanto en La Madonna Sonia muy nerviosa trata de preparar a Luis para que hable con su hijo mayor, pero este se muestra muy sereno y después del desayuno le pidió una reunión. Dante recibió a Luis en su estudio, le sorprendía la seriedad del hombre. —Luis, ¿hay algún problema? —Dante calló, observador a la actitud del hombre. —Para mí no hay ningún problema, no sé si para usted. Dante se sentó en su escritorio y le hizo una señal para que el hombre tomara asiento frente a él. —Dime cual es la situación y te diré si es un problema para mí. —Sonia y yo estamos juntos, quiero formalizar mi relación con ella, y aunque usted es su hijo y no es necesario su permiso, es el hombre de esta casa y claro que ella estaría mejor con su bendición. Dante estaba sentado y menos mal, si no se caía con los pies al aire, pero disimuló, a él pocas veces lo sorprendían y sin duda este era un momento memorable. —Puedo preguntar ¿desde cuando tienen ustedes una relació
Al caer la noche en la Mágica Cascada, María estaba en su taller, entre sus manos una tela negra brillante, de sus ojos brotando lágrimas una trás otra, inmersa en su dolor, su comadre Mercedes le había insistido ir con ella a Europa, pero ella con tacto la había rechazado, se sentía responsable de Johana quien con tanta entereza se encargaba de la hacienda y sobretodo no quería alejarse de Mariana que visitaba un rato en las tardes, tocaron la puerta con delicadeza sacándola de sus pensamientos. —Adelante —dijo María con voz entrecortada. José abrió con cuidado y entró, la vio limpiando su rostro y se concentró en la tela que tenía María en sus manos. —¿Esa es la capa de mago de Robert? María sonrió y la estiró. —Mariana me dijo que quería disfrazarse de vampiresa y pensé que podría utilizar la capa del disfraz de Robert. José se echó a reír —¿Y qué pasó con los disfraces de princesa? Ahora María también se echó a reír entre lágrimas. —Ay José, son
—Gracias Johana, siempre he admirado tu temple y carácter, agradezco que estés con mi hijo —María se dirigió a Robert—. No fue así, yo conocí a José antes que a Rubén, éramos muy jóvenes, nos enamoramos, pero mi familia no me permitiría casarme con él. Años después Rubén lo contrató, en cuanto nos vimos ya él era capataz y no nos dirigimos la palabra por años, yo le tenía pánico a Rubén, bien sabía lo fuerte que eran sus golpes —María calló y Robert la miró apretando puños y dientes. —¿Mi papá te pegaba? —Sí, lo hizo muchas veces, pero por lo general me ignoraba, yo me concentraba en ti, pero luego también te alejó de mí, comenzó a prepararte para ser un hacendado, yo me mantenía cerca, trataba de inculcar bondad en ti, me aterraba que él te hiciera como él.María explotó en llanto y no podía seguir, entonces José se acercó. —Yo tenía cuatro años trabajando aquí —dijo José—, estaba convencido que María no me hablaba porque era feliz con su esposo, hasta que un día le vi un ojo
Johana autorizó la entrada a Néstor con su hija Natalie acompañados de su abogado, Johana estaba en medio de varias personas, María y José, el administrador de la hacienda y el abogado de La Mágica Cascada, también estaban Alejandro De las Casas y los hermanos Montenegro. Néstor se rió despectivo al ver a sus sobrinos. —¿Qué hacen aquí? —preguntó Néstor a sus sobrinos—, son unas ratas que eligieron el barco equivocado. —Jorge… —dijo Natalie con anhelo y Jorge miró a otra parte. El abogado de Néstor pidió la palabra aclarándose la garganta. —Señores, no queremos problemas, lo mejor es mantener las cosas por las buenas, pero ya un juez dio la orden de desalojo, mi cliente está en su derecho de tomar sus tierras. —Entiendo que son muchísimos animales los que deben reubicar, así que vengo dispuesto a pagar por la bienhechuría y animales, en honor a mi buen amigo Robert, que en paz descanse —dijo Néstor con pena. —Dime Néstor, según tú ¿cuánto ofreces pagar por las
—En realidad hay una propiedad que pertenecía de Néstor y por allí debe haber conseguido hacer el fraude con todo —interrumpió el administrador por primera vez—, la hacienda Coromoto era la herencia de Rubén Mendoza, siempre estuvo junto a La Madonna, contaba con cien hectáreas y al otro extremo limitaba con la hacienda La poderosa de dos mil quinientas hectáreas, y su límite era con la cascada, pues la esposa del dueño de La Poderosa murió en un accidente y el dueño perdió la hacienda hipotecada al banco de Néstor Montenegro, supongo el señor Rubén pagó al señor Montenegro, entonces Rubén toma la cascada como terreno en custodia, deja una puerta para que la gente acceda a la cascada y cambia el nombre a Hacienda La Mágica Cascada. —Algo debió recibir Néstor a cambio y seguro hacía sentir a mi papá que ganaba. —Otro accidente —murmuró Susana—, jamás sabremos cuántos delitos cometió Néstor Montenegro. Robert se sentía muy triste y defraudado, Susana también. María se acercó y t
Kentucky, Estados Unidos. Dos meses después. Susana estaba trabajando desde el estudio de Alejandro, terminó una videoconferencia con Robert, Grupo Mendoza estaba subiendo a ritmo impresionante después de la caída de Grupo Montenegro. —Así es Robert, sabes cómo es, hace poco te condenaban y Néstor era un hombre íntegro, hoy todos aseguran saber que Néstor no era confiable, las acciones de Grupo Mendoza están en alza y bueno no te negaré que me duele ver a Grupo Montenegro quebrado. —Si quieres mi apoyo… —No Robert, para allí —lo interrumpió Susana—, sé que lo haces por mí, que me quieres, pero no puedo pedirte que salves a Grupo Montenegro, deja que pase, ya no importa —Susana calló un instante—, hablé con mi tía Silvia, la estoy ayudando, vive en mi departamento con Natalie, aunque Natalie sabe muchos idiomas no la aceptan en el círculo de clase alta, ella tuvo una crisis nerviosa, al llegar a España juntó todas la joyas de ella y de su madre y confió en un jardi
Johana estaba arreglando a Mariana, la niña llevaría de nuevo los anillos pero para la boda de Sonia. —Mamá la cascada me concedió casi todos los deseos que pedí, supongo debo esperar para que se concedan los que faltan. —Es cierto Mariana, ahora tienes a tu papá y dos abuelitos, ¿que más pediste? —Que nos quedáramos aquí, que viniera mi poni Pin Pon y un hermanito. Johana se echó a reír. —Pues sí, debemos esperar un tiempo. —Para mi cumpleaños ¿quizás? —No, será muy pronto, creo que para navidad. —Sí, mami —Johana la detuvo con el índice en la boca—, debemos guardar el secreto. Mariana puso los ojos en blanco. —Más secretos, mami… —Solo esperamos para darle la sorpresa a papá. Sonia se veía hermosa, radiante y feliz, el vestido era elegante y color lila, Luis tenía un traje de gala estilo campestre, después de la ceremonia en la capilla de La Madonna llegó Gisela Pizzola con una chica que era su acompañante. —Nonna —la recibió Donna—, llegaste an
15 años después. Hacienda La Mágica Cascada. Johana estaba en la clínica de animales de la hacienda, debía extraer sangre a los caballos, así que primero organizaba la bitácora para repartir las tareas, en este momento, ella tendría que estar arreglándose, hoy celebraría su aniversario de bodas; celebraban el aniversario 15, pero Robert y ella decían que era el aniversario 21, se rió y negó con la cabeza, la de problemas que se idearon, su hija mayor Mariana estudiaba medicina en Estados Unidos y se había atrasado, pues Johana iría a arreglarse en cuanto ella llegara, si no podía llegar no se haría la fiesta, ellos no podrían celebrar su aniversario sin Mariana que fue quien hizo posible que dos testarudos como ellos finalmente se juntaran, ahora tenía dos hijos más Giovanna y Robert José, que en casa llamaban Junior, este último fue una sorpresa, Giovanna tenía 14 años y el pequeño que los hacía temblar con sus travesuras 5 años, Johana acomodó su cabello largo y se cayó el m