En la clínica a  Dante lo chequearon de pies a cabeza, curaron sus heridas y le dieron unos analgésicos lo mismo hicieron con Santy, más en cuánto terminaron con Dante, el pequeño quiso ir al lado de Carolina, estuvo pendiente cuándo vendaron su bracito, la niña lloraba y eso lo molestaba mucho pero aún así decidió permanecer cerca de ella,

Esa noche todos regresaron directo a descansar, la familia Italiana volaría a su país a media mañana apenas desayunaran, cuándo todos se estaban preparando la pequeña Carolina estaba sentada en la sala de estar esperando a sus padres, Dante la miró ahí y quiso despedirse de ella,

Cómo te sientes Carolina? preguntó Dante, ya me siento mejor respondió ella con esa dulce vocesita qué hostigaba a Dante pero que a la vez había algo en ella que le gustaba, entonces me despido pequeña llorona, que tengas un buen viaje, Carolina lo miró con desagrado, no soy una niña llorona, niño!  si lo eres! respondió el gemelo dandose