— ¡Maldito imbécil! Ya me encargaré de ti. —Nicolás estaba que temblaba de furia al ver cómo Adele y Ernesto salían tomados de la mano del hotel, Lo que está a la vista no necesita anteojos esos dos están en una relación más que de trabajo. Conocía lo suficiente a Adele para saber que se iría después que discutieron, así que se quedó esperando en su auto para seguirla y saber dónde vivía ella y su hijo, ¡solo esperaba no haberse equivocado y que la pareja se fuese a un hotel! Los celos se hicieron presente de solo de imaginarla con otro, en la cama tenía ganas de matarlos, después de que ella desapareció, no pudo iniciar una relación formal con nadie… Los observo a las afueras del hotel, y ella se abraza de forma muy intima con el sin entrar, con los puños apretados observo la escena romántica, me quedo entre los arbustos haciendo de detective, alejado de la pareja observándolos bien oculto. Cuando decidieron entrar me atreví a seguirlos observo que suben a un ascensor y noto el
Adele Smith —Yo… yo lo siento. —Adele no era inmune al contacto de Mateo —No importa, lo único por lo que he venido es para llegar a un acuerdo razonable sobre nuestro hijo. — Dice ella determinada, queriendo acabar con todo esto sin necesidad de llegar a un tribunal si eso es posible. .—Es evidente que no sé nada de mi hijo. —Apretó los labios y negó con un movimiento de cabeza antes de tomar asiento a su lado— La cercanía de él seguía afectándola como siempre, pero podía intentar dominarse —No. — Respondo con la mente en blanco —Para ponerle remedio a eso, te informo que los he hecho venir para que Alexander y yo nos conozcamos y podamos vernos como padre e hijo, con todas las implicaciones que conlleva nuestro parentesco.— La verdad no conocía al niño, todavía en su cabeza era una idea abstracta lo más importante es recuperar la relación que tenia con ella ¿Desde cuándo lo sabes que tenemos un hijo? —Insistió con saber los detalles sin ocultar el sentimiento de desengaño que
Adele SmithNicolás e queda congelado en la puerta viendo con miedo al pequeño revoltoso que lloraba exigiendo atención—Alexander no llores mas aquí estoy. — Le digo sosteniendo entre los brazos a Alexander que continua gimoteando después que lo alzo entre mis brazos.Esta apestoso— Tengo que cambiarlo pasa, para que vayas aprendiendo. — Le digo a su padre con maldad, el da un par de pasos y se queda estático a mi lado, mientras busco todo lo necesario para su aseo.—Lo coloco en el cambiador y cuando suelto el pañal es una pequeña bomba pestilente, tengo ganas de reír a carcajadas al ver a Nicolás contener las nauseas, que manera de conocer a su hijo.Le limpio la cola y todas sus partes intimas llena de excremento, con unas toallitas húmedas mientras el gimotea incomodo.—Ya todo está bien. — Susurro, colocándole crema anti pañalitis, para que no se irrite y en ese momento el se hace pis, llenándome el vestido de orina.Me mira inocente como si no partiera un plato y rompe la vaji
—Adele Smith, — ¿Gustas algo de beber? —preguntó agradecida de que por fin tomara asiento, mientras llevo a Alexander adormilado en mis brazos. —Sé que es algo temprano para un whisky, pero para serte sincero, lo necesito. — Me confiesa, son muchas emociones a la vez, no todos los días conoces a tu hijo, ni te reencuentras con el amor de tu vida, en mi caso, pero yo no puedo tomar porque estoy amantando —Te entiendo, yo también estoy nerviosas con todo esto —confieso con sinceridad desde la mesa de los licores mientras servía el trago para Nicolás, se sintió estúpida cuando sus dedos rozaron al entregarle el vaso, una corriente eléctrica la atravesó…No podía controlar lo que sentía en la presencia de ese hombre. —La comida, está servida. — nos avisa mi madre con mala cara. —Parece que me odiara, es como la suegra que nunca tuve.— Me dice burlón Nicolás, teniendo toda la razón al pensar así, de hecho ella fue algo parecido a una suegra para el… —¡No hagas eso!— Me quejo cuando al
Adele SmithDespierto Tres horas después y al estirarme en la cama, me encuentro a Nicolás y a Alexander dormidos en la cama conmigo en la misma posición parecen dos gotas de agua, no aguanto la tentación y le tomo una foto para guardarla para miLas visitas de Nicolás se vuelven frecuentes, casi no sale de la casa, su hijo se emociona apenas lo ve, ya lo reconoce como su padre, todo bien con respecto a nuestra relación como padre, aunque él quiera ser algo mas lo rechazo de forma tajante hasta que deja de insistir.Todo empeora con la llegada de Ernesto, estamos en la piscina de la casa nadando con Alexander, al pequeño le encanta el agua, Nicolás no deja de verme como si me quisiera comer, no quiero salir a la superficie, su mirada hace que se me erice la piel.—Mi reina.— Dice Ernesto, llegando a la piscina con maletas y todo sin darse cuenta que Nicolás esta acostado en una tumbona todo provocativo y bronceado presumiendo su fuerte abdomen con orgullo.— ¡Querido!— Respondo a su
Adele Smith Soy una zorra de lo peor, es cierto lo que dijo Ernesto, el traje de baño que me coloque tenía toda la intensión de provocar a Nicolás, él estaba comportándose últimamente, pero mi ego femenino anhelaba ver su mirada oscurecida por el deseo —Ahhh. — jadeo cuando me besa la cara interna de los muslos, elevo la pelvis, dando gracias a Dios por haberme hecho la depilación ayer, el sonríe al ver el movimiento desesperado, tengo muchos meses sin sexo y lo he extrañado como loca, solo él me hace empapar de deseo. Sus manos sobre mi piel me queman, mis senos exigen su atención por lo que yo misma los estrujo con mis manos Su respiración hace eco en mis oídos, entreabro la boca para respirar –Me tenias loco con ese bikini. —Susurra con voz entrecortada, mientras alcanza mi botón de placer, robándome un leve gemido cuando lo presiona entre sus dedos —Me encanta. — Gimotea contra mi cuello, besándome y lamiendo todo mi cuello. ¡Dios!— Exclamo cuando comienza a penetrarme con s
Adele Smith Me miro al espejo y tengo ganas de gritar no hay forma alguna de cubrir, los chupones que me hizo el idiota de Nicolás en todo el cuerpo, sé que soy una mujer adulta y dueña de mi cuerpo, pero me avergüenza que mi madre se dé cuenta que tuve sexo con el padre de mi hijo, con el que no tengo ninguna relación, Me coloco ropa cómoda, es fin de semana, el llanto potente de Alexander, me hace levantar de la cama resignada, casi no pude dormir bien en toda la noche, rememorando todo lo que ocurrió con Nicolás en mi cama No puedo creer que me haya dejado llevar de esa manera, siento rabia conmigo misma, pero desde que nos volvimos a encontrar solo pensaba y soñaba con este encuentro sexual. Caí en la tentación, pensando que una vez era más que suficiente para quítame las ganas, pero es peor el remedio que la enfermedad, ahora tengo más ganas que antes de repetir bien Sostengo a mi hijo entre mis brazos, que me ve de forma acusatoria por haberlo dejado solo en la habitación p
Nuestros alientos se mezclan, me encanta el sabor de su boca, me hipnotiza y me desconecto de la realidad en cuestión de segundos—Dime que no sientes lo mismo que yo y te dejo ir. — Me dice colocándome la frente con mi frente, me toma la mano y la coloca en su pecho.Puedo sentir el cómo su corazón late, como si quisiera salírsele del pecho.—Dime, que no siente que el corazón se te quiere escapar del pecho cada vez que nos tocamos, que tu piel no se eriza ante mi contacto, que tu boca no quiere mi boca, y que no quieres repetir una y otra y otra vez lo que paso ayer en tu cama. — Me dice ronco viéndome a los ojos.—No puedo responde nada porque me besa, saqueándome la boca y apoderándose de mi voluntad.Quiero hacerte el amor en el sofá, en mi escritorio, contra la ventana, el en baño. — Me dice y por puro instinto cierro las piernas con fuerza, buscando alivio de lo que estoy sintiendo, ya tengo la ropa interior empapada por completo por culpa de sus palabras.—Nicolás, detente, el