JAVIERLa veo desesperada, no entiendo que le sucede, está temblando, sus labios tiemblan como si le costará decir lo que quiere tratar de pronunciar.—¿Por qué estás así? — Es lo único que mi mente puede ayudarme articular, estoy asustado.—Es él, él regresó, no dejes que me encuentre Javier, no permitas que sepa dónde estoy— Y se apega a mi pecho asustado sin dejar de temblar, decido subir y traerle algo de ropa, voy lo más rápido que pueda y cuando regreso la encuentro dormida y se ha quitado la ropa y tapado con saco mío que está cerca, puedo ver por fin su ropa interior y su ligeramente abultado vientre, tengo que quitar esos pensamientos de mi mente, no puedo aprovecharme del estado en que se encuentra sería un completo cobarde.He puesto todo de mi parte para poder ponerle otra ropa, pero es inevitable que mi cuerpo reaccione ¡Por Dios! La tengo tan cerca de mí he rosado con las yemas de mis manos su piel, que es tan delicada y suave la tengo en mi regazo mientras sigo secando
REGINA Han pasado dos semanas desde que Salí del hospital todo fue cuestión de una fiebre alta, mi suegra ha venido casi todos los días a verme y estos días he dormido en otra habitación las pesadillas no me han dejado en paz y despierto a mitad de la noche, estoy más paranoica que nunca, salgo a trabajar y directo a la casa se me ha dado por limpiar por todos lados hasta cansarme hago la cena y me voy a mi habitación antes que llegue Javier no he querido pasar tiempo a solas con él tengo miedo que se dé cuenta de que algo me pasa no sé qué le dije exactamente cuando vine de centro comercial solo estaba como en estado catatónico, sé que conduje hasta aquí, sé que él me ayudo a cambiarme de ropa y me acostó luego a su lado, pero no recuerdo ni que me dijo o que le dije. —Dime Regina ¿Qué quieres comer? —Estoy en casa con las chicas que han venido a consentirme, esta Casidy, Mery, Mary y la dulce de Katherine que sé que a pesar de lo que está pasando en su vida se desprende de todo sen
JAVIERMe siento mal desde ese día, todo me fastidia, no me reúno con los chicos, Ethan una y otra vez ha querido hablar conmigo y no lo he querido oír, estoy tan mal que la cabeza me da tantas vueltas que hace unos días.— ¿Puedo sentarme contigo a almorzar? No quiero pelear ni nada parecido, solo quiero pasar un rato contigo, me doy cuenta de que no estás bien —Estaba tan enojado conmigo mismo por haberme enamorado de una mujer que no sentía nada por mí y que me iba a dar un hijo para luego huir con un imbécil y de la peor calaña un delincuente que estuvo preso por tráfico de drogas, armas y encima de todo cayó por proxenetismo, ósea vendía a las mujeres al mejor postor y aun así seguramente regresará con él.—Como quieras Kasandra, estoy de tan mal humor que no tengo ánimos de pelear contigo, pero no hables eso, solo eso te pido.—Está bien que sea como tú digas— Y la verdad no hablo, solo se quedó callada comiendo su encelada cesar mientras yo medio comía, eso se ha repetido dos v
REGINAParezco una niña encerrada llorando y comiendo helado, me encantaría estar en la sala y ver una película con él, tal vez comiendo algo dulce, pero estoy aquí llorando como estúpida porque siento que lo perdí cuando nunca lo tuve, él se irá con ella y mi hijo ¿Qué significa esto? Es verdad, no puedo creer que sea verdad, esto es el bebé se está ahora, si puedo llorar con ganas, algo dentro de mí se está moviendo, algo dentro de mí está vivo ¡Hello Regina! Eso ya lo sabías, es que es distinto saber qué pasaría a que ya pase sin darme cuenta, tengo la mano en mi vientre, no puedo creer qué. Me haya negado a esto, a sentirlo, las lágrimas vuelven a salir y cuando escuchó unos pasos decido taparme la boca para que no se oiga nada, me paro de la cama mirándome al espejo de la habitación y alzo mi camiseta viendo mi vientre sí que se nota no puedo pasar desapercibida en ningún lado, es increíble no sé por qué no lo he visto antes, se ve tan hermosa esa silueta que ahora tengo, que he
KASANDRA— ¡Maldita sea! Me rechazó, no te rías imbécil que tarde o temprano me buscara, eso lo puedo jurar— Encima tener que contestarle el teléfono a Taylor, tengo que salir de aquí tanto ruido, no escuchó nada.— ¿Qué quieres Taylor? — No sé qué le pasa en la cabeza, sabe que no debía llamar justo en este momento, podía haber insistido un poco más y tal vez.—Eres una estúpida, se te fue el pajarito— No me gusta que la llame a si a mí Javiercito hermoso, ese hombre vale su peso en oro, no solo digo por su dinero, sino porque sé que sería el único que me trataría como la reina que soy.—No sé por qué llamas y me andas mortificando con tus comentarios, ¿Sigues de espía?, Si es así porque no aprovechaste que tu muñequita está sola en casa y te la llevabas de una vez, con eso se arreglaría todo esto—Es la verdad, con esa mujer y su bastardo fuera del juego sería muy fácil para mí atrapar a mi adorado Javier.—Todo a su tiempo quería llevarla siempre y cuando tú ya tuvieras al pajarito
JAVIER—Déjame en paz Regina. —Juro que no tengo ganas de verla, no la mando a sacar por no lastimar a mi hijo.—Cómo quieres que me quede tranquila si veo a mi esposo encerrado en prisión. —Se ve angustiada, pero no veo porque nadie está viendo aquí nada, debería dejar ese teatro para cuando estén nuestros conocidos, mientras tengo la cabeza recostada sobre la pared de esta celda, no sé cómo hizo para entrar hasta aquí.—Tu esposo si claro. —Quiero reír, pero no tengo ganas realmente, es gracioso que diga MI ESPOSO.—Gracias a Dios no le dije a tu madre porque la meterías de matar. —No soporta verla sabiendo lo que sé.—¿Tienes idea de porque estoy acá? — Esa mujer es experta en querer sacarme de mis casillas, como si fuera su deporte favorito.—No sé y no quiero saber, date por contento que estoy hoy aquí.No soporto esos aires de superioridad, aun sabiéndome aquí y encerrado cegado por rabia y gracias a ese desgraciado que logró lo que quería sacarme de mis casillas, no aguantó la
REGINANunca más me permite volver a confiar en un hombre, nunca más ningún hombre iba a mandar sobre mi vida, no le daría ese poder a alguien que quisiera dirigir mi vida como alguna vez Taylor lo hizo, ese hombre fue la peor desgracia que me llego a suceder, él es la prueba que alguien te puede dañar la mente al punto de hacerte creer que condenarte a una vida a prisión es una muestra de amor.Duele recordar, duele saber que debí hacer algo, debí desde un principio no acercarme a él, pero que voy a saber siendo una adolescente que él solo quería aprovecharse de mi vulnerabilidad le conté mi vida, le conté mis miedos y él solo se aprovechó de ello para manipularme, para tener todo el poder de influenciar sobre mí y sí que lo logró al punto que solo la muerte de mi hijo pudo abrirme los ojos, ese dolor no se lo desee a nadie, pero eso me hizo cambiar mi manera de ver todo, mi manera de relacionarme con los hombres jamás volvió a ser la misma yo abrí los ojos y decidí que nunca más iba
REGINAYa no puedo más de que serviría admitir que se ha metido en mi corazón y que me he enamorado como estúpida si él sigue enamorado de una tipa que no vale la pena, como le digo que no sé qué hacer cuando nazca mi bebé, cómo le digo que para mí estar otra vez entre sus brazos una y otra vez durante horas fue más que sexo, como decirle que me duele el corazón de solo pensar que si le llegara a confesar lo que siento solo se reiría en mi cara, prometí jamás volver a enamorarme y ahora estoy arruinada, enamorada de un imposible que es lo peor de todo.Termino de darme una ducha en mi habitación y decido armar una pequeña maleta necesito salir de aquí unos días, esta no soy yo todo lo que ha ido pasando me sobre pasa, yo no me tenía que enamorar, se suponía que yo estaba segura de que luego me iría y no volvería y ahora no tengo idea, estoy tan aturdida y confundida, estoy haciendo mi maleta cuando de pronto Javier entra de golpe a la habitación tenía una pequeña sonrisa, pero cuando