Ese tipo era alto y fuerte. Ni siquiera la dejó pensar antes de atacarla. Ella trató de gritar, pero él le tapó la boca y la puso de pie.

Ella estaba en modo de pánico tratando de luchar contra él, pero él era demasiado fuerte para ella. Ella estaba luchando salvajemente. A pesar de intentar controlarla, pudo agarrar la puerta antes de volver a colocarla en su lugar. Aunque estaba roto, lo colocó de una manera que el extraño no sabrá.

Sus gritos fueron ahogados. Ni siquiera podía morderle la mano porque llevaba guantes.

—Tranquila —dijo y sus oídos se animaron. Había escuchado esta voz antes pero no sabía dónde.

—Leumm gmmhh" (¡Déjame ir!) —su voz era apagada.

El chico comenzó a caminar más hacia la casa y los latidos de su corazón se aceleraron.

Ella estaba luchando muy duro, pero fue inútil. Ella se movería y lo atacaría tan pronto como saliera de su control.

—Ni siquiera pienses en cambiar. Tengo un arma con balas de plata. Te darías corazón —advirtió sombríamente, y su corazón tar