Damon no dejó piedra sin remover para difundir la noticia de nuestro matrimonio tan pronto como llegamos a la empacadora. Entré al pasillo sólo para encontrar a Caí y Jenna allí, pero no estaban solos.

Brisa estaba detrás de Caí mirándome.

Me sentí inquietada al verla porque todavía podía recordar vívidamente sus ojos casi muertos y ahora aquí estaba viva frente a mí.

Noté que Caí miraba mis moretones. Damon me agarró del brazo mientras me arrastraba lejos de ellos por el pasillo. Abrió la puerta antes de tirarme hacia adentro.

—Esta es tu habitación, Jenna te traería comida. No puedes salir de aquí sin importar nada. Sólo puedes salir con mi permiso —dijo Damon mientras caminaba hacia la puerta—. Mañana haremos una gira de manada como los futuros Alfa y Luna de la manada —reflexionó guiñándome un ojo mientras cerraba la puerta.

Me disgustó su ridículo comportamiento. Una vez que Damon cerró la puerta escuché un clic, me encerró. No esperaba nada más de él.

Rápidamente intenté conecta