Inicio / Romántica / DESCONOCIDOS / 3: QUE HACES AQUÍ
3: QUE HACES AQUÍ

ALINE

- Hola Aline -dice Max

No se que decir, que hacer, solo me quedo estática.

- Venga, no como, no a ti -dice sentándose frente a su escritorio- por favor, toma asiento.

- N-o no, yo me voy de verdad gracias -digo

- Espera! -dice- Vienes por la entrevista ¿no?

Asiento

- Siéntate, no se que problemas tendrás -dice- pero esto es profesional.

- No quiero incomodar y que el se ponga histérico.

- De hecho serás su secretaria a partir de hoy -dice extendiéndome el contrato

- Q-ue no -digo rechazándolo- paso.

- Hazlo, nunca escuchamos tu versión de los hechos, capaz es tu oportunidad -dice

Es lo que menos quiero hacer, hablar de ello.

- Eh, no gracias -digo

- Ganas 6.800 € mensuales y más de 7.800€ si haces trabajo extras -dice y me sorprendo- si querida es tu buen trabajo.

Hazlo, dice mi subconsciente

- Lo haré -digo firmando

Todo sea por un buen futuro de Niko y Agapios.

M****a, ellos!

- Eh.. ¿Estas bien? -dice chasqueando sus dedos frente mío.

- Si, ¿cuando comienzo? -digo

- Ahorita -dice yendo a la puerta- acompáñame.

Me quedo perpleja y me hace de seña, vamos al que creo que es el último piso.

- Mira, ha llegado tarde -dice entrando a la oficina, la cual es toda negra con detalles doradas y un poco de blanco.

- la dejaremos la puerta abierta -dice Max colocándose frente mío- ¿como así por acá?

- Eh... un buen futuro -digo sonando lo más segura.

¿Eso o que tu familia te humilla cada vez que puede?, dice mi subconsciente

Cállate.

- Entiendo, hermanito mira quien vino -dice Max y mi corazón late a mil.

Su perfume, su maldito perfume, llega a mi fosas nasales.

Siento que me mira, pero no soy capaz de voltearlo a ver.

- Bueno ella es tu secretaria, los dejo -dice Max y lo volteo a ver para que no se vaya, pero mi mirada se conecta con Bruno.

Se escucha cerrar la puerta y es en ese entonces que siento miedo, miedo por la mirada que me da.

- hola -es lo único que sale de mi.

- ¿hola? Una m****a, ¿qué haces aquí? Quien te envió -dice alterado- DIME!

- Na-nadie -digo- es mejor que me vaya.

Voy hacia la puerta, pero siento que me acorralan a la pared no soy capaz de voltearme.

- Te hice una m*****a pregunta -dice en mi oído

- Nadie -digo en susurro- le dire a Max que no quiero trabajar, por favor suéltame -digo viendo cómo me coge la mano.

Me suelta brutamente, me volteo y se que está furioso, no me esperaba y yo tampoco a él, pero lo hago por el dinero, necesito un trabajo.

- Aceptare está payasada, serás mi secretaria, nada más -dice y asiento- Olvídate de lo que un día fuimos.

- Bu-Bueno -tartamudeo

- Se dice: Como usted diga Señor Capponi, aprende a responder a tus superiores -dice

- Como diga señor Capponi -digo en susurro bajando la mirada.

- Quiero los avances de este mes, colocados por color y fecha, desde colores cálidos a colores fríos -dice sentándose- véte.

No digo nada y me marcho de allí, se que esto es una venganza, se lo que hace, lo hace para fastidiarme.

BRUNO

Verla aquí, con ese cabello rubio que brilla como el sol, maldición cállate Bruno.

- estás bien

-maldito

- como tu lo dices, esto es profesional, ella lo es.

No le respondo, solo me fijo por el vidrio que nos separa, está archivando cada cosa, tiene el cabello hecho aún lado, hasta que sus ojos se fijan en mi, aparto la mirada rápidamente y con el control de las cortinas las cierro.

- Quien se cree para mirarme -digo bufando

A los minutos tocan la puerta.

- pase

- Permiso, tenga los archivos -dice mirando las carpetas.

- Déjame ver -digo

Veo y están completamente ordenados, veo por el rabillo del ojo como se remueve inquieta, sonrío y se que la pongo nerviosa, hasta que me llega un recuerdo.

-Ella te engaño, mira -dice mostrándome unas fotos

- Véte, ponte a contestar llamadas cuando te necesito, te llamaré -digo y asiente

- ¿como se dice? -digo

- Como diga señor Capponi -dice de espaldas.

- Mírame y dilo -digo recargándome sobre el asiento

- Para, por favor -dice de espaldas y yéndose.

Abro las cortinas, y veo como aplasta el control para cerrarlas, la miro furioso y voy hasta su oficina.

- No puedes hacer eso! Ábrelas! -digo

- Es mi espacio -dice- las puedo bajar.

- Te he dicho que las abras! -digo tratando de quitarle el control.

- Porque, dime porque.

- Porque...

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo