De camino al observatorio logro perder las camionetas, lo que me tranquiliza un poco, pero si saben que estoy en el Lamborghini no les será muy difícil encontrarme. Por lo que al estacionarme frente al edificio Nisha me ve con curiosidad.
– ¿qué hacemos aquí? – sonrió
– ¿te gusta mirar las estrellas? – ella sonríe y asiente
– ¿a quién no? – responde entusiasmada, descendemos del auto y cuando estamos frente a las puertas delanteras, saco mi teléfono y morco el número de operación.
– Jasón – comento una vez el chico responde la llamada – ¿hackeaste el sistema del observatorio?
– Tienen todo actualizado excepto el sistema de seguridad, no entiendo cómo es que dejan de lado algo tan importante – comienza a quejarse y pongo los ojos en blanco
– Jas&oa
Nisha.La noche ha sido increíble, no puedo creer que Dark, este siendo tan abierto conmigo, tan sincero, tan honesto respecto a lo siente por mí, sus penetrantes ojos siempre me han intimidado pero esta noche no, esta noche me miran con una dulzura que no había sido capaz de ver en él.Lo veo de reojo conducir este hermoso monstruo que por cierto me fascina, creo entender ahora a Mou, es un auto realmente asombroso. Dark se ve a simple vista como un magnate de los negocios como le dije antes, quien lo ve por primera vez y no tiene idea de quién es, solo pensara que se trata de alguien con muchísimo dinero, no de un asesino a sangre fría.Nunca lo he visto matar a nadie, pero si todo el mundo le teme o le respeta tanto como he escuchado hablar a Claus debe ser alguien de cuidado. Lo que me lleva a pensar una vez más en Griffin, ese hijo de puta tiene que esta
Desciendo las escaleras, haciendo el recorrido de regreso a la entrada del edificio, cuando llego a la planta baja, camino con cuidado hasta el lateral de la puerta de vidrio y observo hacia afuera, los hombres comienzan a reunirse a los pies de la escalara, uno de ellos trae un dispositivo de hackeo.Regreso algunos pasos y me escondo entre la oscuridad, cerca de la puerta se apostan cuatro hombres, dos de ellos llevan armas largas, metralletas, mierda, los otros dos solo veo 9 mm en sus cinturas.Los veo trabajar en la puerta mientras rápidamente trato de elaborar un plan para cuando ingresen, observo en dirección a la recepción camino con cuidado moviéndome entre las sombras y llego allá, vuelvo a a marcar el numero a operaciones y esta vez me coloco el manos libres, guardo el teléfono y me acerco a la computadora del escritorio– ¿Jasón?– ¿si, señor?– sigu
Claus.Hacía años que no me sentía así, había olvidado como el pecho se comprime y como cuesta respirar cuando el miedo te invade, es una sensación que detesto porque pensé que no volvería a sentirla nunca más.Tengo miedo de que sea muy tarde cuando llegue y que no solo Nisha este muerta, sino también Dark, ese bastardo es fuerte y muy listo, pero que puede hacer cuando solo tiene una 9mm contra un grupo de hombres fuertemente armados.– maldita sea – grito golpeando fuerte el volante y presiono el acelerador a fondo.Zigzagueo entre los pocos autos que aun están en la autopista, estoy cerca pero necesito llegar pronto, marco una vez más el número de Jasón– Claus – responde de inmediato– ¿Cómo están? – pregunto con temor de que su respuesta no me guste.<
Paso mis manos con desesperación sobre mi cabello y después de unos segundos ella ríe con suavidad.– No pensé que Dark te importara tanto – susurra, detengo mi andar y antes de poder responderle algo la puerta se vuelve a abrir y Maxwell entra, con una sonrisa en sus labios– Claus, Max – dice mirándonos a ambos – estará bien, por suerte la bala de su abdomen no afecto ninguno de sus órganos internos, de alguna manera no venía con la velocidad necesaria para atravesarlo y la de su brazo solo desgarro su piel, tendrá una bonita cicatriz allí – comenta con una sonrisa turbia en los labiosMax suelta el aire que tenía contenido en los pulmones y sonríe aliviada, me ve y su sonrisa se ensancha, pero aun sabiendo que estará bien, no estoy tranquilo, no me puedo relajar, sabiendo que hay un maldito hijo de puta allá afuera casando a mi
Claus le quita el seguro al arma y me ve serio.– ¿estás hablando en serio? – pregunto en tono burlón– ¿sabes? Estas herido – comienza en ese tono aniñado que suele usar con sus víctimas – tendido en una puta cama de hospital y por lo que soy consciente el único con una maldita arma y un cuchillo en la habitación soy yo – comenta muy seguro de sí mismo– Claus hace unos minutos estabas llorando como una niña preocupado porque algo podría pasarme ¿y ahora dices que vas a dispararme? Eso no te lo crees ni tú mismo – comento poniéndome en pie con dificultad, el respira profundamente– Dark estoy hablando en serio – elevo mi rostro para verlo y sonrió retándolo– adelante Claus dispárame, justo aquí – susurro apuntando con mi dedo índice la parte sup
Chloe.Despierto sobresaltada en una cama dura, me levanto de golpe y miro a mí alrededor, es un pequeño cuarto de paredes grises de concreto, es una pequeña celda, paso mis manos por mi cara recordando lo que paso.El tiroteo durante la operación con los mexicanos y esos ojos azules mirándome con intensidad y diversión, Claus, mierda como no lo anticipe, sabía que no iban a dejarme ir tan fácilmente, me levanto con cuidado, mi quijada duele al igual que el resto de mi cuerpo.¿Dónde diablos estoy? No creo que esto sea las instalaciones de Darkness, aunque es muy posible, nunca hemos dado con la base de operaciones de dicha organización, aunque La Mansión parecía un buen lugar para ello, nunca encontré ninguna pista que me condujera a ella.Miro por el cristal de la puerta, hay un largo pasillo a ambos lados, hay más pu
Este solo hace que ría divertido, si, ciertamente me ha sabido leer o soy demasiado evidente, aunque creo que es más la segunda opción, decido no responder su sms, me pongo en pie y camino hasta la puerta, hay cosas que son mejor decirlas cara a cara, esta es una de esas.Desciendo al gimnasio su nuevo lugar favorito de La Mansión, pasa demasiado tiempo aquí, desde el ataque, supongo que quiere hacerse fuerte, pero no necesita fuerza física, su cabeza es la que necesita hacerse fuerte, vencer el miedo que siente. Cuando llego allí, la veo a través del cristal, esta tendida en el suelo boca arriba en medio de la lona donde mis hombres suelen practicar boxeo.Sus preciosos ojos están fijos en el techo y el teléfono reposa sobre su abdomen, entre sus manos. Su pecho sube y baja con algo de rapidez lo que me hace saber que ha estado haciendo ejercicio mientras escribía, quizás
Después de todo he hecho de todo para protegerla, pero por desgracia hermosa, estoy hablando jodidamente en serio y solo vas hacer que te lastime.– tres – susurro, su sonrisa se ensancha pero se desvanece cuando me ve avanzar hacia ella con rapidez, tomo sus manos donde sujeta el arma y la doblo con brusquedad en una llave, la giro sobre si misma dejando el brazo que sujeta el arma detrás pegado a su espalda y el otro lo sujeto pegado a su costado.De sus labios se escapan unos quejidos de dolor entremezclados con la sorpresa, la pego a mi cuerpo, su culo choca contra mi endurecida entrepierna que solo se queja por el contacto interrumpido por la tela de nuestras ropas, un jadeo deja sus labios cuando siente la dureza– Te lo advertí – susurro pegado a su cuello, donde respiro y con fuerza, su cuerpo tenso se remueve un poco y por su puesto su culo se restregar sobre mí, rio con picardía – s