PARTE 2. Kim se la queda viendo como si se tratara de una extraña. Aquel gesto me hace sonreír por dentro. No lo conozco en su totalidad, sólo me he creado una imagen idealizada de él, pero nadie puede negarme que no le agrada esa chica. Ni siquiera sé de dónde salió. Mi lucha mental era saber qué ocurría entre ellos dos, qué los unía y a la vez, ver la belleza de ese hombre que me triplicaba la estatura y de tamaño por lo musculoso que era. Me gustaba como se había enrollado las mangas de la camisa negra a la altura de los codos y estaba fuera de la cintura de su pantalón del mismo color para dar un aire despreocupado. Su cabello, el cual combinaban con su vestimenta estaba sutilmente despeinado. —Pasa por favor —me invita Kim, haciéndose a un costado para permitirme el paso. Sumisamente con mis manos sobre mi vientre paso sin mirar a la chica. Siento sus ojos clavados en mi nuca. —Siéntate en el sofá. En seguida regreso —me dice él, tranquilo pero tenso a la vez. Sale al p
CAPÍTULO 8 SKY KING —Y eso es todo —finaliza Kim tras cerrar si agenda y dármela —. Señorita King, le estoy dando algo muy peligroso, dejándolo en sus manos. Sé que estará a la altura de esta situación y podrá ser una mujer responsable como para no perder esta agenda con números importantes. —Lo sé —musito en un susurro, intentando no olvidarme nada —. En caso de que haga las cosas mal, por favor, no dude en decírmelo o lo solucionaré. —Recordaré que estás aprendiendo, no te preocupes. Me gustaba la seguridad y la confianza que me daba. Como si realmente comprendiera mi temor a arruinarlo todo. Kim se pone de pie, aclarándose la garganta. Oh, esa es una señal de que debo irme. —Tienes instrucciones de qué decir para ciertos productores y otras cosas para otros. Te he anotado algunas cosas que debes saber. Te daré una semana para acomodarte a todo y la próxima ya empezaras a trabajar como mi asistente. Esta semana deberás mudarte al edificio. Me quedo echa piedra. —¿Aquí?¿Al
Parte 2 Uno de los botones del edificio tuvo la gentiliza de ayudarme a subir mis maletas y algunas cajas. No tenía mucho. Muebles tampoco. Todo lo que tenía estaba en la casa de mi madre, la cual no sabía que me había mudado de la residencia porque había apostado a un nuevo trabajo que me ofrecía una mejor calidad de vida. Obviamente iba a continuar con mis estudios, pero priorizar mi trabajo era lo que más me importaba. Supe que mi vida estaba dando un giro cuando finalmente abrí la puerta de mi nuevo apartamento y me quedé quieta, congelada, observando detenidamente cada detalle. Era similar al apartamento de Kim pero no con la vista panorámica, pero no me quejaba del super ventanal con vista a la ciudad y los diversos edificios. Incluso tenía vista al parque Central Park. —Señorita ¿necesita algo más? —me pregunta el muchacho, dejando la última caja en el suelo de la entrada del pasillo. Niego con la cabeza con una sonrisa en la cara. —No, muchas gracias. El chico asiente
CAPÍTULO 9 Aquella noche soñé que lo hacíamos. Y lo digo de esa manera porque la otra palabra que lo especifica y define me parece demasiado fuerte. En cambio “hacerlo” era más sutil y misterioso. Era algo que se hacía de a dos, en cambio, si decía la palabra sexo, parecía ser algo más individual. Y por supuesto que no fue para nada individual. Porque estábamos los dos allí, dispuestos a desgarrarnos la ropa. Claramente no era mi única fantasía sexual en donde Kim era el protagonista, amo y señor. Yo me dejaba llevar por sus caricias. Si bien siempre había fantasiado conque él fuera el primer hombre en tomarme (cosa que lo veía imposible porque era un actor que sólo veía en planos favorables en mi televisor) ahora, que sabía cómo era en vivo y en directo, en carne y hueso, sus planos y perfiles, había tomado información suficiente como para que mis fantasías se vean mucho más reales. En conclusión, estaba enferma alimentándome de ilusiones. Así que, para acallar las ilusione
CAPÍTULO 10 Kim Seon Ho. Estaba cabreado a más no poder. Sabía que había sido ella y tenía múltiples pensamientos que derivaban a sus razones. Eun-ji tenía más de una razón para hacerlo. Una de ellas era para marcar territorio. La conocía. Sabía lo competitiva que era y supo que su posición con él corría peligro en cuanto la vio a Sky en el pasillo. —¿Estás seguro que fue ella? —le preguntó su representante, quien aún seguía en su recamara —. Digo, Eun-ji es una persona amistosa, amigable. Dudo que ella... —Fue ella, Jonathan —aseguró Kim, sin dar espacio a una respuesta que dijera lo contrario. La seriedad del joven dejó mudo a su representante. Este asiento, levantando las manos en señal de rendición. —Bueno, sí fue ella, estamos en un puto problema porque tu reputación de galán está bailando en un acantilado como la protagonista de Trust, Alia Mcgregor. —No voy a perder a mi club de fans por estar comprometido. Es ridículo. —No lo digo yo, lo dicen las estadísticas de act
CAPÍTULO 11SKY KINGPuede que el elevador haya subido y la vida siga su paso ante mis ojos. Pero ahora, por culpa de lo que me ha soltado Kim, me he quedado quieta en el pasillo, atónita, siendo una espectadora de la vida misma.Puso en duda mis pies sobre la tierra.“Me hizo bien escuchar lo que desea hacerme”Una y otra vez se repite eso en mi cabeza con esa voz grave y masculinamente sexi en mi cabeza. Entonces caigo en la cuenta de que…—¿Tiene interceptada tus llamadas?!—Gabriel pega el grito en el cielo sentado en el sofá de mi casa.Lo invité a merendar a las cinco de la tarde mientras aún seguía siguiendo vueltas al asunto. Obviamente le pedí que viniera en clave morse a través de mi celular por si también Kim se dio el maldito lujo de leer lo que le ponía.Adios dignidad.Que conste que la perdí a la fuerza ¿qué clase de jefe escucha tus propias llamadas por teléfono?—Sí y tiene sentido porque es una estrella de Hollywood y tiene que procurar que ningún tipo de información
CAPÍTULO 12 SKY KING. Debía admitir que muy en el fondo me gustaba cuando pasábamos de tratarnos de manera formal a lo informal. Y cómo su postura cambiaba conmigo, como si quisiera con todas sus fuerzas tratarme como un jefe. Si bien nuestra diferencia de edad era de cuatro años, él aparentaba un adolescente rebelde que quería parecer un adulto independiente. Ahora que poco a poco estaba conociendo a Kim, quería aparentar ser alguien que tenía el control y el dominio de todo lo que se le cruzara por el camino. Y si estaba equivocada, que el destino me lo demuestre después. —No sé hasta dónde escuchaste, sólo vine a pedirte disculpas. Espero que tenga buen día, Seon Ho —y otra vez pasaba de la informalidad a la formalidad. Obviamente que tenerle respeto a la hora de hablar seria toda una tarea porque lo había conocido de manera informal. Y ahora, los roles cambiaron. Cuando me di la vuelta para irme, él habló y eso causó que me detuviera en seco. —Espera —me dijo. Me doy la v
CAPÍTULO 13Lo que menos esperaba es que me trajera a un restaurante ubicado frente al Central Park. Este aparece en todas las guías de turismo. No porque fuera un sitio en donde todos pudieran entrar, sino, porque su exclusividad.El restaurante Parlamchelo era tan exclusivo que siempre se reservaba cinco meses antes porque SIEMPRE estaba lleno.—Kim Seon Ho. Que bueno es saber que ha venido a visitarnos—lo recibe el hombre de la recepción, rodeando su pequeña y alta mesita iluminada por mini velador.El hombre lo abraza y él le devuelve el gesto en silencio, con los labios apretados y con cierta incomodidad.—¿Qué mesa quiere elegir?¿Elegir?¿Acaba de preguntarle qué mesa va a elegir? Kim Seon Ho tiene el privilegio de elegir. Que maravilla.—Una mesa para dos junto a la ventana en el segundo piso, por favor—le solicita él.—En seguida —el hombre vuelve a rodear la mesita y anota concentrado en la lista qué hay encima del atril— Por favor, pasen. Que tengan un hermoso almuerzo. Les