William.Estos días estado muy ocupado con los asuntos del palacio y no he podido ir a ver a Sofía, esta mañana me han informado que Eduardo el hijo de la duquesa Visort a salido de la habitación que le habían designado y se a extraviado por el palacio, movilice al grupo de sirvientas para que lo busquen antes de que un aristocrata lo encuentre y se de cuenta de su condición poco desfavorable, no sería nada conveniente que se confirmen los rumores de su condición, después de buscarlo por una hora me informan que lo encontraron en el salón principal de la emperatriz acompañado de Sofía pero que hacen juntos, voy asta el salón donde encuentro que la duquesa que esta aquí para llevarse a su hijo, pido llevarme a Sofía deseo pasar unos minutos a su lado pero me doy cuenta de algo que me molesta, como se atrevió Eduardo a pedirle una pertenencia a Sofía y ella se lo dio con tanta facilidad yo que la conozco de más tiempo no e podido hablar con ella sin terminar molestando la, he considerad
William. Me veo al espejo y tenia mucho que no me vestía de forma tan elegante, mi atuendo esta en orden y es impecable adornado con hilos de oro y plata, mi capa esta hecha con la mejor piel de oso negro que se puede conseguir en el reino, me han peinado acomodando todo mi cabello asía atrás, a pesar de que me veo bien me siento como un bufón vestido de forma elegante pero solo para entretener a los invitados, quisiera tener el poder de mi hermano para poder hacer de este imperio uno de los mejores sin la necesidad de tener un grupo de mujeres a mis espaldas, doy un suspiro para tomar mis guantes negros y salir de mi recamara, me dirijo al salón principal donde ya deberían de estar la mayoría de los invitados pero solo puedo pensar en una dama en particular, me pregunto que vestido se habrá colocado hoy y como vendrá peinada no importa como venga siempre se ve linda para mis ojos, al llegar al salón soy anunciado y mi entrada llama la atención de todos solos presentes, todos son ro
Sofía. En verdad me sentí tan nerviosa cuando Caleb me invito a bailar lo bueno que pensé rápido para inventar una escusa y Rosa lo entretuvo para poder escapar de él, me escondo en uno de los balcones que esta totalmente solo, me acerco a la barandilla y me recargo en ella, recuerdo el día de mi debut en sociedad y lo traumatismo que fue, ese día todo salio mal primero el vestido que encargaron para mi me quedo muy apretado y se me dificultó moverme, una joven derramó vino en mi y para cerrar con broche de oro cuando estaba bailando con mi padre los hilos de mi corcet cedieron rompiéndose frente a todos, todavía tengo muy presente en mi memoria las burlas de los demás y que todavía recibo cuando me encuentro con alguno de los que estuvo ase noche después de eso me termine de aislar de la sociedad refujiandome en los libros de medicina, soy fuerte emocionalmente pero tampoco soy invencible y no quiero volver a repetir esa humillación además no se bailar, como quisiera estar en mi ofi
Sofía. Esta mañana me levanto con el cuerpo cansado por el incómodo corcet, creo que intentaré arreglarlos para que sean más a mi medida no soy muy buena para las costuras pero are el intento, después de estar algunas horas picando me los dedos me doy por vencida, tal ves debería de conseguir otro de una talla más grande este parece ser de niña. -¿ que estas asiendo Sofía ? La voz de Rosa llama mi atención, tiene el cabello mojado y trae puesto un vestido muy sencillo supongo que el emperador ya se retiro, me sienta a mi lado y mira con curiosidad el corcet entre mis manos. -estoy intentando hacerle algunas modificaciones al corcet pero no soy buena para estas cosas. -eso no es necesario linda podríamos ir a una tienda a buscar otro pero con los invitados que tenemos no nos darán el permiso para salir, llamaré a las costureras para que te hagan otro.-eso no será necesario señorita Lamber puedo arreglar este.-querida eso ya no tiene solución además ¿ tienes un vestido blanco ?R
Sofía. Esta tarde una mujer castaña y de vestido azul muy elegante llega, muy alegre comienza a atender y a la garrar a Rosa de forma desmesurada ignorándome totalmente siendo que estoy sentada al lado de Rosa. -señorita Lamber hace mucho que no asía un vestido exclusivamente para usted y déjeme decirle que se ve realmente radiante no se le nota ni siquiera en el cabello ni en el más minúsculo centímetro de su rostro que haya estado enferma además ese vestido que trae puesto la favorece absolutamente en todo y el color le queda divino. Ah ya veo es la costula que solicitó Rosa, me da un poco de gracia ver cómo se desvive por ser del agrado de Rosa siendo que a pesar de que tiene una sonrisa en su rostro su mirada no es de gratitud hacia ella. -le agradezco mucho las palabras condesa Margarita pero en realidad el vestido es para mi médico personal. Rosa me señala haciendo un ademán con la mano y la señora al verme hace por unos instantes una mueca de desagrada para después borra
William. Hoy e pedido que que me traigan las máscaras que pedí ase una semana que son exactamente iguales solo que de diferente color, miro ambas máscaras en sus cajas respectivas para asegurarme de que tengan los adornos que pedi y que no allá pasado nada por alto. -¿ las máscaras son de su agrado duque ? -si, son lo que esperaba, deseo pedirle un encargo más y espero que sea muy discreto. -por supuesto duque ¿ que desea ? un collar, una tiara o un brazalete. -deseo dos anillos, uno para hombre y uno para mujer.Al decir esa última palabra todos los presentes me voltean a ver y era algo de suponerse, esta es la primera ves que encargo joyeria para una dama esto se exparcera como pólvora por los palacio si no invento algo creíble.-deseo darle un presente adecuado a una amiga el día de su cumpleaños.-le aseguro que are algo digno para su amiga pero me sería muy útil saber quiene es la dama.Le doy una sonrisa amable por su vago intento de hacerme hablar.-deseo que sea una sorpr
Sofía. Este día a sido tranquilo y me entere de un rumor que corre por el palacio principal al parecer William esta en una relación con una mujer que se llama Freya, a mi ver solo debe de estar jugando con ella como con todas las demás, no hemos sido invitadas a ninguna fiesta de té o algo por estilo, pude terminar de moler algunas hiervas medicinales que ayudarían en un posible envenenamiento futuro siempre hay que estar prevenida además el otro día mire en el jardín trasero unas flores que si las mezcló con raíz de diente de león puedo producir un polvo que provoca una irritación horrible sería mucho más eficaz si pudiera encontrar un hongo de color rojo que suele crecer en madera podrida pero no creo que encuentre eso aquí, voy al jardín trasero con una cesta para recogerlas, tenia tiempo de no estar aquí afuera recibiendo el cálido abrazo del sol me siento tan en calma que bajo la guardia y comienzo a tararear una vieja canción que me enseñó mi abuela, estoy tan concentrada en re
William. Espero con ansias a que Sofía salga del salón de la emperatriz, es algo tan extraño, tan fuera de lo común que la emperatriz pidiera una audiencia con Sofía que es una simple plebeya, no mentiré estoy un poco preocupado porque haya descubierto nuestra pequeña mentira pero debo de mantener la calma tal ves sea solo una consulta, cuando por fin sale Sofía la veo que esta demasiado pensativa y camina por el pasillo sin alzar la mirada ni percatarse de nada a su alrededor, la llamo un par de veces por su nombre pero no me presta atención tengo que apresurarme y tomarla de la mano para detenerla ya que se está acercando a las escaleras, Sofía voltea a verme muy sorprendida para después cambiar a una mueca de molestia, se suelta de mi agarre con suaviza.-señorita Roos podrías decir que está pasando por su mente y le tiene tan absorta que ni siquiera respondiste a mis llamados.-lo siento solo estaba meditando lo que me dijo la emperatriz.-¿ podría saber que fue lo que te digo ?