Capítulo 86
Cuando Andrés salió del baño, la habitación estaba vacía. Se detuvo un momento antes de salir: Sonia estaba en la entrada, poniéndose los zapatos.

Al verla, su mirada se oscureció. —¿A dónde vas?

—A casa —respondió ella sin voltearse.

Los labios de Andrés se tensaron y su mirada se volvió más fría, pero Sonia lo ignoró, abrió la puerta y la cerró tras de sí con un "clic".

En la enorme casa, Andrés se quedó solo. Al darse vuelta, pateó con fuerza el bote de basura, derribándolo.

Sonia, ajena a la explosión de furia dentro del apartamento, caminaba con pasos rápidos hacia la salida. Los gemelos seguían en su bolso, pesando como un recordatorio constante. Al pasar por un bote de basura en el pasillo, se detuvo y dudó en tirarlos. Su mano quedó suspendida en el aire por lo que pareció una eternidad, pero finalmente, algo dentro de ella se resistió y no pudo deshacerse de ellos.

En ese momento, sonó su teléfono.

—Querida, ¿aún no duermes? —la voz emocionada de Victoria llegó desde el otro l
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