¡Las acciones de Wesley esta vez completamente diferentes a su conducta habitual!

La nieve caía con más fuerza cuando Avery salió de la casa de Wesley.

Su carro estaba cubierto por una gruesa capa de nieve blanca.

Le encantaba la nieve. Si su cabeza no estuviera llena de preocupaciones, probablemente daría un tranquilo paseo por la nieve o construiría un muñeco de nieve como una niña feliz.

Sin embargo, cuando la nieve caía sobre su cara en ese momento, lo único que sentía era un escalofrío hasta los huesos.

Avery subió a su carro y se dirigió al hospital.

En la unidad neonatal, no había rastro de Elliot.

No tenía ni idea de dónde estaba, pero sabía que sufría un dolor indescriptible.

¡Debía estar sufriendo aún más que la noche anterior!

Era más fácil superar un dolor que uno podía liberar. El dolor del que uno no podía hablar era el que dolía hasta lo más profundo del alma.

…

Un Rolls-Royce negro estaba fuera de las puertas de la Academia Ángela.

El carro estaba estacionad