Elliot caminó hacia la unidad de cuidados intensivos y se sentó en un banco afuera.

Mike se sentó a su lado.

"Ve a casa y descansa un poco", dijo Elliot.

"Estoy acostumbrado a quedarme despierto por la noche. No podré dormir si vuelvo a casa ahora". Mike se recostó contra la silla y se puso a buscar en su celular. "Estoy buscando fuentes en Bridgedale… No es como si no existieran personas con este tipo de sangre raro. ¿Por qué crees que nadie está donando? ¿No estamos ofreciendo suficiente dinero?

"No todos conocen su tipo de sangre y no todos conocen nuestras necesidades". Con una mirada fría, Elliot dijo: "El mundo es más grande de lo que creemos. Muchas personas viven en áreas sin electricidad ni agua. Ni siquiera saben lo que es el Internet".

Mike lo miró detenidamente y dijo: "Eso tiene sentido. Creo que sé porque todas esas mujeres se enamoran de ti. Eres capaz, pero a veces también vuelves loca a la gente".

"Explícate, por favor". Quizás era por el silencio de la noche,