“¿Tanto vale Avery?”, preguntó Jun, ligeramente sorprendido.

“Vale mucho porque es mi esposa”, dijo Elliot mientras sus ojos se llenaban de frialdad. “Si no estuviera casada conmigo, Charlie Tierney no se molestaría con nada de esto”.

Jun estaba aún más confundido que antes.

“¡Si quiere darle el dinero a Avery, que lo haga! ¿No es esto solo él lanzándole dinero gratis a ella?”.

“¡Es mi esposa!”, se quejó Elliot.

“Ah, bueno… lo entiendo. ¿Qué piensas hacer? ¿Aumentar nuestra oferta? Ella definitivamente irá con la oferta de Tierney si no lo hacemos”.

“No necesariamente”.

“Si ese es el caso, entonces, ¿por qué estás tan molesto?”.

Jun podía notar por el tono de Elliot que sus emociones estaban descontroladas.

Elliot quería adquirir Industrias Tate para que Avery pudiera liberarse de sus deudas y problemas.

Ella aún estaba en la universidad y carecía de conocimientos y experiencia a la hora de dirigir una compañía.

Sería mejor para ella vender la compañía, pagar la deuda y, de