Avery miró fijamente la expresión de dolor y frustración en el rostro de Elliot y, por un momento, no pudo decir nada.

Elliot había llegado a la conclusión de que Avery y Eric tenían una relación. Si Avery fuera él, ella también lo malinterpretaría. Después de todo, ¿en qué circunstancias aceptaría una mujer una tarjeta bancaria de un hombre? Tenía que ser cuando los dos eran muy cercanos y no tenían nada que ocultar el uno al otro. En aquel tiempo cuando ella salía con Elliot y su relación estaba todavía en su fase de enamoramiento, nunca había aceptado su tarjeta.

Sus pensamientos se detuvieron cuando vio las lágrimas en los ojos del hombre.

Sintiéndose como si la estuvieran estrangulando, ella intentó explicarse frenéticamente a pesar de la dificultad para respirar. “Elliot... Él solo me está pidiendo que le guarde la tarjeta... No he usado su dinero...”.

“¿En serio?”. Elliot apretó los dedos alrededor de la tarjeta. “Si ese es el caso, te ayudaré a devolvérsela”.

Tras decir es