Chad comprendía profundamente los sentimientos de Elliot.

Él estaba del lado de Elliot de la misma manera que Mike estaba del lado de Avery, pasara lo que pasara.

Eran las dos de la mañana cuando el Rolls-Royce negro se detuvo en la mansión de los Foster.

Las luces del salón seguían encendidas.

Cuando Elliot bajó del coche, la señora Cooper salió inmediatamente de la casa.

"¿Pasó algo en casa de Avery, Amo Elliot? Hayden llamó a Shea sobre las diez de la noche para pedirle que fuera allí".

En el momento en que Elliot escuchó el nombre de Hayden, su gélido corazón comenzó a dolerle una vez más.

Avery no solo lo había abandonado a él, sino que también había dejado atrás a sus dos hijos.

"Es tarde, Amo Elliot. Debería descansar un poco". La señora Cooper vio la expresión sombría en el rostro de Elliot y no dijo más.

Elliot arrastró su pesado cuerpo y entró en su dormitorio como un zombi.

Cuando sus ojos enrojecidos se posaron en la cama, el recuerdo de Avery alejándose cruelment