"Bien... ¡Sí, señor! ¡Vayamos a jugar con Shea!". Layla arrastró a Hayden y se fueron a donde estaba Shea. "¡Ella dijo que nos llevaría a jugar! ¡Le dirá al guardaespaldas nos lleve!".

…

A las cinco de la tarde, Elliot ayudó a Avery a bajar las escaleras.

Mientras todos los demás observaban la vista cálida y armoniosa entre la pareja, todo tipo de pensamientos comenzaron a llenar sus mentes.

Una hora era suficiente para una siesta. Dos horas era demasiado tiempo para una siesta.

Sin embargo, Elliot y Avery habían estado toda la tarde descansando arriba.

¿Cómo era posible que hubieran dormido tanto tiempo?

Todos eran adultos, así que todos tenían una idea de lo que había pasado sin tener que preguntar.

"¿No estaban jugando al póquer?". Avery se sonrojó por las miradas de todos y sacó un tema para hablar.

"¡Dejamos de jugar a las cuatro de la tarde y nos pusimos a ayudar a Chad a hacer la cena! ¿De verdad estaban durmiendo tan profundamente arriba que no escucharon nada?", pregu