Cuanto más pensaba Avery en ello, más errática se volvía su respiración.

¿Era esto una prueba de que Elliot estaba enamorado de ella?

Si no, ¿por qué él haría algo que consideraba una pérdida de tiempo?

Ella sintió un repentino escalofrío recorriendo su espalda.

Su mano se dirigió instintivamente al bajo vientre.

Llevaba más de tres meses embarazada. Había estado cuidando su dieta, por lo que su barriga no se notaba en absoluto.

Al llegar al quinto y sexto mes, todavía podía ocultar su barriga bajo la ropa holgada.

¿Qué pasaría cuando se acercara el final del embarazo?

Por muy delgada que estuviera una madre embarazada, no podría ocultar su barriga cuando llegara ese momento.

Si para entonces seguía al lado de Elliot, seguro que la atraparían.

Avery vagó sin rumbo por las calles.

Llevaba la chaqueta en los brazos y solo vestía una camiseta ligera, pero no sentía la brisa fría.

Sus sentimientos por Elliot la confundían.

Era exactamente igual que la respuesta que le había d