Tammy tenía miedo de que Avery la malinterpretara, por lo que añadió de inmediato: “Avery, si él no quiere venir, es cosa suya, ¡pero tú tienes que venir! Eres mi mejor amiga. Si no vienes, no me casaré”.

Avery dijo: “Asistiré a tu boda”.

Tammy dejó escapar un suspiro de alivio. “¡Qué bien! Por cierto, oí que te lastimaste la pierna. ¿Cómo está? Había pensado en contactarme contigo, pero no lo hice porque Elliot aún se encontraba mal en ese entonces y tenía miedo de que estuvieras de mal humor”.

“Mi pierna está mucho mejor”.

“Es bueno escuchar eso. ¡Vayamos de compras mañana!”.

“No se ha curado del todo bien”. Avery miró la herida de su pierna. Ya no estaba envuelta en vendas, y la cicatriz se veía horrible.

Por suerte, ella había comprado bastantes faldas largas en el pasado, por lo que podía ocultar fácilmente la cicatriz.

“Entonces iré a visitarte mañana. No te preocupes. No te preguntaré nada sobre Elliot”, prometió Tammy.

“Mjm”.

A la mañana siguiente, antes de que los d