Ivy volvió al apartamento de Lucas y encontró la puerta abierta.

Al entrar, vio a Lucas sentado en el comedor, jugando a un videojuego. Verlo allí sentado le recordó cómo eran las cosas tres años atrás.

Por aquel entonces, ella aún era la empleada de Lucas, por lo que se veían todos los días. Aunque no eran muy cercanos, podían compartir cualquier cosa.

En lugar de molestar a Lucas, Ivy se dirigió en silencio a su habitación, cambió las sábanas de la cama y ordenó rápidamente la habitación. Cuando terminó, el estómago de Ivy gruñía de hambre y se preguntó si Lucas le habría dejado algo de comida del almuerzo.

Al acercarse a Lucas, se dio cuenta de que aún quedaba mucha comida en la mesa. Parecía que él apenas la había tocado.

Sorprendida, Ivy preguntó: "Señor Woods, ¿por qué no ha comido? ¿Está enfadado porque he entrado en su habitación y no quiere comerte la comida que he cocinado?".

Lucas, aún concentrado en su videojuego, no se molestó en levantar la vista. "Hiciste