Avery asintió.

Justo cuando estaba a punto de volver a entrar en el palacio de la nieve, vio que Zoe, que no estaba muy lejos, estaba sin fuerzas. Estaba a punto de caerse.

¡Elliot reaccionó rápidamente y la atrapó en sus brazos!

Cuando Avery vio esa escena, sus ojos se agitaron. El aire parecía haberse congelado. El tiempo parecía haberse detenido.

"Doctora Sanford, ¿está usted bien?". Elliot levantó a Zoe. Sus ojos estaban llenos de preocupación.

Cuando Zoe vio lo preocupado que estaba Elliot, sonrió con amabilidad y dijo: "¡Elliot, lo siento! Estaba tan emocionada por salir contigo hoy que anoche no pude dormir. Me sentí un poco mareada por un momento. Estoy bien".

Elliot suspiró aliviado. A Zoe no le podía pasar nada. ¡Todavía la necesitaba para tratar a Shea!

"¡Vamos a casa!". Elliot cargó a Zoe y se dirigió al estacionamiento.

Después de que el empleado le consultara al gerente, le dijo a Avery: "Señorita, mi jefe ha aceptado su solución, pero necesitamos que nos dé sus