"Si no quieres que diga cosas así, deberías dejar de hacer lo mismo". Layla le agarró la mano y lo miró fijamente a los ojos. "Vive el momento y no pienses demasiado. Mientras seamos felices en vida, no debemos preocuparnos por lo que pase después de nuestra muerte".

Eric pensaba de vez en cuando que él no era tan libre en su forma de pensar como Layla. Se preocupaba regularmente por todo y llevaba una vida llena de complicaciones.

"He pensado bien las cosas, o no habría hecho el anuncio en las redes sociales", dijo Eric con calma. "De todas formas, el matrimonio no tiene por qué durar para siempre. Podemos divorciarnos si te cansas de mí".

Layla no se sintió consolada en absoluto, y si Eric todavía no estuviera en recuperación, lo habría abofeteado en toda la cara por decir semejante cosa en su primer día de casados.

"Si no sabes qué decir, deberías mantener la boca cerrada". Ella lo miró con odio y se acostó para usar su teléfono. "Después de tu anuncio público, he estado recibi