Elliot había estado dentro de las unidades de cuidados intensivos, por lo que la visión de todas las máquinas le producía escalofríos.

Si algún día caía gravemente enfermo, no querría que Avery colapsara intentando salvarlo. Si no había forma de alterar el destino de uno, todos debían afrontarlo con serenidad.

Sabiendo lo que Elliot intentaba decir, Layla se tranquilizó.

Faltaba una semana para la operación.

El clima en Bridgedale era cada vez más frío y nevaba casi todos los días, y cuando este no era el caso, seguía soplando un fuertísimo viento. El invierno de este año parecía mucho más duro que los anteriores.

Layla y los demás permanecieron dentro de sus habitaciones con calefacciones, pero a medida que se acercaba la fecha de la operación, el estrés y el miedo empezaban a pesar sobre ellos.

Durante la cena, Avery se dio cuenta de que todos estaban perdiendo el apetito y dijo: "¿Han preparado algún regalo para Eric?".

Los padres de Eric también se alojaban en la mansión de