Dentro del baño principal, Eric vio la ropa interior que Layla había tirado al cesto de la basura y se dio cuenta de que no había hecho lo mismo con su pijama, que también había manchado de sangre.Después de lavar el pijama también a mano, sacó la basura afuera.Layla estaba acostada en la cama con su teléfono cuando lo vio salir. Ella espetó: "Eric, ¿no tienes criados? ¿Por qué no le pides a uno que me cuide? ¡Deberías irte a casa!".Aunque le conmovía que Eric estuviera dispuesto a servirle, no quería que hiciera ninguna tarea doméstica, y menos con esas manos tan bonitas que tenía y que parecían más suaves que las suyas."No tengo", dijo él. "Si quieres contratar a un criado, puedo conseguirte uno ahora".Ella se lo pensó unos instantes antes de decir: "¡Está bien! Me pondré mejor pronto, de todas formas, y prometo que cuidaré lo que como a partir de ahora"."Bien. Quédate en la cama. Cocinaré en cuanto termine de tender la ropa", dijo Eric mientras consideraba la posibilidad
"¡Mamá! ¡Puedo contratar a alguien que limpie eso! No tienes que hacerlo tú". Layla arrastró a Avery de vuelta al sofá. "¿Comieron? ¡Podemos comer juntos si no lo han hecho!"."Ya hemos comido". Avery finalmente se dio cuenta de que Layla había perdido peso. "Layla, ¿has adelgazado? ¿Por qué estás tan débil?".Elliot se volteó para examinar el rostro de Layla. Tan pronto lo hizo, empezó a preocuparse también. "¿Has estado comiendo y durmiendo bien?", le preguntó.Presa del pánico, Layla se sintió extremadamente culpable al ver las miradas preocupadas de sus padres."Yo... estoy con la regla y... no tengo mucho apetito". Tras dudar unos instantes, decidió restarle importancia a la situación, ya que se había recuperado casi por completo."¿Por qué no vienes a casa unos días? ¿Puedes cocinar en este estado? ¡Podrías pedir comida a domicilio!", dijo Avery mientras ayudaba a Layla a quitarse el delantal.Layla nunca había puesto un pie en la cocina, y a Avery le empezó a doler el cora
"¡Papá!". Layla corrió a la habitación de visitas y lo encontró de pie frente a la cama con el ceño fruncido."¿Qué pasa?". Tan pronto entró a la habitación por curiosidad, Elliot se dio cuenta de que había un colchón dentro de la habitación con rastros de que alguien había dormido en él."Papá, esta es... La habitación que usaba Amy y sus pertenencias personales siguen aquí dentro... No hay nada que ver", dijo Layla y examinó la habitación. Para su desconcierto, Eric no estaba por ninguna parte.‘¿Dónde se habrá escondido?’, pensó Layla. ‘Menos mal que se ha escondido. Si papá lo encuentra, moriremos los dos’."¿No son amigas? ¿Por qué no se quedó a cuidarte si estás así de débil?", preguntó Elliot."Ella quería, pero le dije que fuera a casa. Me siento somnolienta y no quiero relacionarme con nadie. Papá, tú no sabes lo que es tener la regla. Puedes preguntárselo a mamá", dijo Layla antes de volver a la cocina."¿No quieres relacionarte con nadie, pero tienes fuerzas para cocin
Layla se echó a reír. "Eric, no esperaba que te escondieras en el armario. ¡Ja, ja, ja! Estoy segura de que no has pasado tanta vergüenza en toda tu vida, ¿verdad?".Eric se sonrojó. "Así es"."¿Tanto miedo les tienes a mis padres?". Layla se sentó en la cama, riendo.Fue una suerte que el armario estuviera vacío y no demasiado abarrotado para que Eric pudiera esconderse en él."Es que no quiero problemas. Sigues enferma y no quieres contárselo a tu familia. ¿Qué se supone que voy a decir si me ven?". Eric se paró frente a ella y la miró fijamente. "¿Has comido?"."Sí. Mis padres me han traído la cena. Todavía hay mucha comida, y aún está caliente. Tú también deberías comer algo". Layla se levantó y bromeó: "Eric, no te comportas como alguien de tu edad... Nunca he visto a una persona de tu edad actuar así"."Supongo que te he estado consintiendo. Debería haber hablado a escondidas con tu madre desde el momento en que me enteré de que estabas enferma. Tu madre solo tiene que hall
Eric vio cómo se cerraba la puerta de la habitación y se masajeó el puente de la nariz....Mientras tanto, en Edelweiss, Mike, Chad e Ivy terminaron de desayunar y salieron de sus habitaciones.Como ya habían visto las auroras, no era necesario que se quedaran en esa ciudad, así que planeaban dirigirse a la capital de Edelweiss.Mike le había prometido a Ivy que la llevaría a la capital después de haber visto las auroras. Avery había mencionado que Ivy había estado viviendo en la pobreza durante los últimos dieciocho años, así que lo mejor sería llevarla a un lugar hermoso.La universidad en la que estudiaba Lucas también estaba situada en la capital, así que Mike tenía intención de alojarse en un hotel cercano antes de llevar a Ivy a la universidad por la tarde.La universidad que encontró era una de las mejores instituciones del mundo, con una matrícula extremadamente alta que las familias normales no podrían jamás permitirse.Para alguien que era capaz de permitirse eso y no
"¿Nos dejarán entrar?", preguntó Ivy tímidamente.Mike sonrió. "Técnicamente hablando, la universidad no está abierta a los turistas, pero solo tenemos que registrarnos como visitantes"."Tío Mike, ¿conoces a alguien de allí?"."No". El círculo social de Mike solo incluía a Aryadelle y a Bridgedale. "Pero el guardia no lo sabe. Quédate tranquila y sígueme la corriente. Te prometo que entraremos".Ivy confió en Mike al ver la expresión de confianza en su rostro.Un poco avergonzado, Mike preguntó: "¿No te preocupa que esté mintiendo?"."Por supuesto que no. Es solo que creo que eres muy talentoso de una manera diferente a papá y a Hayden", dijo ella."¿Hay diferentes tipos de talentos?", preguntó Mike antes de darse cuenta de lo que estaba diciendo Ivy. "Estás diciendo que tengo calle, ¿verdad?".Ivy se rio entre dientes. "La verdad es que no. No es que estemos haciendo algo malo"."De hecho, tienes razón. No soy como tu padre, y me gusta aprender habilidades raras..."."Creo
Los dos dieron un tranquilo paseo por el sendero hasta que Mike se detuvo al cabo de veinte minutos."Ivy, mira". El hombre señaló un árbol que parecía fuerte pero no excesivamente alto y del que colgaban innumerables cartas."¡Ja, ja, ja! Supongo que la religión no tiene límites". Mike llevó a Ivy hasta el árbol y encontraron una cabina que estaba un poco alejada de este. La cabina tenía una placa en la que se podía leer ‘La cabina de los deseos’ y otra placa en la que decía ‘El árbol de los deseos’ situada junto al árbol.Según parecía, las personas habían escrito sus deseos en tarjetas y las habían colgado en el árbol. Mike se acercó y echó un vistazo a algunas de las tarjetas. "Mm... 'Aprobar mi examen'... 'Conseguir al chico de mis sueños'... 'Adelgazar', 'Hacerme rico'". Se rio tras leer algunas tarjetas en voz alta. "¿Quieres escribir la tuya? Quizá se haga realidad". Tras considerarlo con seriedad, ella se dio cuenta de que no tenía ningún deseo. "No creo que tenga ningún
"¿Dónde?", preguntó Ivy con curiosidad."Vamos al edificio de administración", dijo Mike."¿Eh? ¿El edificio de administración? ¿Vamos a colgar esto allá?"."No. Busquemos el buzón de sugerencias para el decano".Ivy comprendió inmediatamente lo que planeaba hacer el hombre. "Tío Mike, ¿me estás diciendo que ponga esto en el buzón de sugerencias que es para el decano?"."¡Sí! El buzón de sugerencias no es más que una decoración. Aunque alguien meta algo dentro como broma, nadie del personal se dará cuenta".Ivy empezó a sentir que lo que Mike decía tenía sentido porque parecía muy seguro de sí mismo. Mike era mayor y tenía más experiencia, y ella se dio cuenta de que debía hacerle caso.Los dos se dirigieron al edificio de administración. Fuera de la oficina del decano, había un buzón donde los estudiantes podían dejar sus sugerencias.Mike chasqueó los dedos con suficiencia antes de introducir la tarjeta de Ivy en el buzón. Tras el sonido ‘¡Pum!’, Mike sonrió y dijo: "¿Ves? Te