"Yo... de repente me he dado cuenta de que no recuerdo su aspecto, así que quería recordar su cara". Irene bajó la cabeza y tímidamente se inventó una excusa.

"Hablas conmigo todos los días y aún así, ¿ni siquiera recuerdas cómo soy?".

"Señor Lucas, he mentido. Sé cómo es. Es solo que acabo de darme cuenta de lo guapo que es", dijo Irene con sinceridad mientras lo miraba a los ojos.

"¿Apenas hoy te diste cuenta de que soy guapo?". Lucas dejó de hacer lo que estaba haciendo.

"Los últimos días tenía la nariz amoratada e hinchada, por eso no me di cuenta antes", dijo Irene e intentó cambiar de tema. "¿No usó la crema que le compré? ¿Por qué no la devuelvo a la farmacia?".

"¿Puedes tomar de vuelta las cosas que le das a otros?". Lucas había descubierto algunas cosas nuevas cuando se trataba de Irene. "¿Te atreves?".

A Irene se le calentó la cara. "Le devolveré el dinero. No quiero su dinero".

"¿Crees que me falta dinero? ¿Qué te pasa por la cabeza?", dijo Lucas. Como quería que se