Había una docena de currículums.

Todos estaban aplicando para el puesto de asistente de Elliot.

Avery abrió casualmente uno de los currículums para echar un vistazo. La educación y la experiencia laboral del candidato eran excelentes.

Si esta persona le entregaba su currículum, ella sin duda podría pasar directamente a la entrevista.

Abrió otro currículum. Después de revisarlo, sus sentimientos eran los mismos que cuando vio el primero.

Esta candidata era una dama tan excepcional como la primera. Si quería ser la asistente de Avery, ésta apenas habría tenido motivos para negarse.

Avery supuso que el resto de la docena de currículums también eran excelentes. De no ser así, Elliot no se los habría enviado.

De repente se encontró en una situación en la que no sabía a quién elegir.

Dejó la mente en blanco por un momento y luego se dio cuenta de que seguía sin poder dormir. Desbloqueó su teléfono y siguió mirando los currículums.

Después de ver una docena de currículums, le dolían