Robert miró a su padre con una cara adorable y dijo lo que había visto y escuchado de su madre ese día.

Avery había dicho que antes quería a su padre, pero las palabras de Robert hicieron ver que ella aún lo quería en ese momento.

Esas palabras hicieron que Elliot entrara en una montaña rusa de emociones.

Su hijo no parecía estar mintiendo.

"Robert, ¿quién te ha dicho esto?", le preguntó inmediatamente la señora Cooper a Robert cuando vio que el cuerpo de Elliot estaba inmóvil.

Robert levantó la cabeza, miró a la señora Cooper y respondió: "¡Eso es lo que ha dicho mi madre!".

La señora Cooper no sabía si reír o llorar. "¿Por qué te diría tu madre esas cosas?".

"Mamá lo dijo". Robert temía que todo el mundo pensara que estaba mintiendo, así que recalcó repetidamente que decía la verdad.

La señora Cooper se dio cuenta de que el ambiente se había vuelto realmente incómodo, así que sacó la otra pierna del robot de la maleta que Elliot había abierto.

"Vamos a arreglar las piernas