"Elliot, me siento aliviada de que estés dispuesto a contarme todo esto". Las cejas de Avery se relajaron. Ella le preguntó pensando en el peor escenario posible: "Si el niño de Ruby es tuyo, ¿qué piensas hacer?".

"No quiero a ese niño. No puedo cargar con la responsabilidad de ella ni del niño". Elliot sabía claramente lo que quería.

"Esta respuesta es más que suficiente. Es una lección dolorosa. En el futuro, pase lo que pase, nunca más te ocultaré las cosas. Te lo diré todo cuanto antes". Avery no pudo ocultar la culpa que sentía en su tono. "Elliot, te amo. Sé que tú también me amas. Siempre lo supe".

Elliot respondió: "Yo también me equivoqué".

"No te equivocaste. Fui yo". Avery lo miró y reconoció formalmente su error. "Si yo fuera tú, quizás habría hecho algo aún más impulsivo que tú".

Elliot no quería continuar con el tema tan serio.

"¿Puedo salir de la cama?". Cambió de tema.

"¿En qué estás pensando? Te rompiste una pierna". Avery le acarició suavemente la pierna izquie