Layla no era una niña despistada. Siempre había sido muy consciente de su imagen pública. Es por eso que la llamada telefónica la había desanimado mucho.

Durante todo este tiempo, Layla había considerado que Elliot le pertenecía, y cuando Ruby dijo que ella y Elliot iban a tener un bebé, Layla se había dado cuenta de que Elliot ya no le pertenecería solo a ella. Sintió como si le quitaran su juguete favorito. No hay niño que no se molestaría cuando ocurre algo así.

…

Después del baño, Avery y Layla salieron de la habitación de los niños.

Robert también había terminado su baño y estaba tomando su leche.

"¡Avery, ve a ducharte! Yo jugaré un rato con Robert cuando termine su leche antes de acostarlo", dijo la señora Cooper.

"Claro".

Avery le dio una palmadita en la cabeza a Robert y volvió a su habitación. Después de cerrar la puerta tras ella, sacó su teléfono y buscó el número de Elliot.

Quería llamarlo, pero pensó que sería bastante incómodo que Ruby respondiera a la llamada ot