Como Lilith pedía de afuera casi todas sus comidas, Ben había asumido que ella no sabía cocinar.

Sin embargo, al ver la forma tan natural en que picaba las verduras, estaba claro que sí sabía cocinar.

"¡Estoy cocinando!". Lilith colocó el calabacín picado en el plato. "La gente que contratas solo hace los quehaceres de la casa. No cocinan".

"¡Puedes pedir comida a domicilio!". Ben entonces se burló: "¿No lo haces todos los días?".

"¿Cómo sabes que he estado pidiendo comida todos los días?". Lilith había estado en casa durante los últimos días que no había salido. Sin embargo, Ben nunca estaba en casa cuando ella pedía comida.

"Me lo contó la vieja que recoge la basura". Tras decir esto, Ben se burló: "¿Estás harta de comer fuera y por eso te pones a cocinar?"

Lilith negó con la cabeza. "La comida a domicilio es genial. ¿Cómo podría hartarme de ella? Acabo de ver un artículo en Internet que dice que las mujeres embarazadas no deben comer demasiada comida de la calle. No es bueno