Elliot sentía frío. En el momento en que Avery escapaba de su abrazo, sentía tanto frío que se estremecía como si estuviera a punto de morir congelado. No podía dejarla ir.

"Elliot, por favor, no vuelvas a torturarte en el futuro". Avery había perdido la cuenta de la cantidad de veces que había pasado. "Sin importar quién de los dos cometas un error, tienes que dejar de torturarte".

La respiración del hombre se volvió más pesada. En ese momento, él parecía una bola de fuego que emitía calor constantemente.

Avery estaba preocupada de que la fiebre le causara más problemas.

"Elliot, suéltame. Iré a buscar la medicina para ti". Ella apartó los brazos de Elliot y trató de levantarse.

Él la agarró rápidamente, impidiendo que se fuera.

"¡Elliot, ¿estás tratando de morir de fiebre?!". A ella le dolían los brazos por el agarre de Elliot.

Ella no quería gritarle, pero si no le llamaba la atención, no podría escapar del agarre de Elliot aunque usara la fuerza.

Después de los gritos de la