—Doctora Lucia, la doctora Sara la necesita en pediatría, el niño que acaba de traer, entro en un cuadro de asfixia pulmonar, lo han llevado de emergencias. —Sin responder corrí hacia pediatría, cuando entre en la habitación el niño se había desmayado en los brazos de Sara mientras le quitaban la ropa para revisarlo, corrí hacia ellos y pregunte con rapidez.
—Ponme en contexto.
—No lo sé, venia con la presión muy baja y cuando estaba a punto de revisar su cuerpo se desmayó —pulse su muñeca y como había dicho Sara estaba muy bajo leves sus latidos, con rapidez grite.
—¡Pónganlo en el monitor y una vía, tenemos que subirle la presión arterial!, ¡rápido! —las enfermeras acataron mis órdenes. Sara le quito la ropa mostrando un extraño elemento que tenía clavo en el pecho. Parecía un escombro, entonces supe que venía del accidente de vehicular. De la nada las puertas se abrieron y oí un grito.
<Úsame si así me necesitas—¡No podemos simplemente hacer como si nada hubiera pasado, la madre de ese niño está ahí fuera esperando que le demos una respuesta, tenemos que actuar y rápido, señor Zorman! —por supuesto que lo sabía… Yo más que nadie como director de este hospital lo sabía muy bien, pero era razonable hablar de estas cosas después de lo que había pasado, en su presencia... Pose mis ojos en Lucia que permanecía en silencio en el centro de la habitación con la cabeza gacha con sus manos temblorosas y su gorro quirúrgico.—¡¿Señor Zorman, me ha escuchado?! Claramente esto es una indiscutible negligencia m&eacut
—Lucia… Utilízame si lo necesitas, si así lo deseas… Se egoísta por primera vez en tu vida y satisface tus necesidades sin importarte nadie más, solo piensa en ti, y pídeme que te abrace para reconfortarte si lo necesitas, o que te atienda si te sientes cansada, o si quieres hablar con alguien, o si simplemente quieres un hombre en tu cama… yo puedo ser ese objeto que utilices para tu bien, no mi porta si eres tú. —Lucia se quedó mirándome dudosa, y para aplacar aquellos miedos ofrecí. —Déjame cuidarte por el día de hoy, puedes darte un baño para calmarte un poco y luego me cuentas lo que paso. ¿Te parece? —ella acepto en silencio y sin más la alce entre mis brazos, estaba tan sumida en su miseria que ni siquiera se quejó cuando la alce llevándola al yate. La acomode en el sillón mientras su mirada se encontraba perdida en un punto inexistente. —¿Quieres algo de beber? No tengo mucho, pero puedo traerte lo que quieras —alzo sus ojos hacia mí y negó en silencio, le of
Nikolay paso sus manos por mi espalda masajeándola con fuerza, pero con mesura para no hacerme daño, aquel aceitoso amigo había sido el detonante de todo, y después de aquella entrega que tantos años nos habíamos negado, hoy solo me alejaría de cualquier de todo, y haría caso a las palabras de Nikolay, por primera vez en mi vida fui egoísta y pensé solo en mí, eso no quería decir que me hacía sentir bien conmigo misma, pero después de 18 largos años, era la primera vez que me dejaba llevar por lo que quería yo… Y no por lo que era correcto o incorrecto. De repente sentí como bajo sus manos a mi trasero, demasiado tiempo para ser un masaje de espalda. —¿Adónde crees que están yendo tus manos, señor masajista? —inquirí con los ojos cerrados. —¿Que esperabas? Que no le daría la atención a tan bonito trasero que cargas, cuando me piden un trabajo lo hago bien —dijo pasando sus manos aceitosas por mi trasero, no sin darle una cachetada que me hizo soltar de un quejido
Te amoNo quería abandonar las sábanas cálidas y sus brazos reconfortantes, llevaba quince minutos mirándolo y no había manera de que me cansara de verle dormir con tanta tranquilidad. Lo amaba… No cavia duda y no podía negarlo mucho más, tonto que me asustaba sentir todo esto de nuevo, tenía miedo de volver a caer en ese abismo desesperante en aquel que me costó tanto volver a salir. Acaricie su mejilla sintiendo los bellos de su barba, su respiración era apacible y calmada, no quería irme, pero tenía que hacer las cosas bien esta vez, seguir la
¶Había comprado las flores más hermosas de toda la tienda y me dirigí a la tumba con cierta melancolía en mi pecho. Siempre me costaba venir a este lugar, era constantemente encontrarme con recuerdos de un pasado que tenía matices. Hoy se cumplían 19 años desde la muerte de Yuan, me arrodille en su tumba quite las flores viejas y puse las nuevas con una sonrisa agridulce en mi rostro.—Hola, vieja amiga… ¿me extrañaste…? Porque yo sí… No hay un día en el que no piense en lo que podríamos hacer juntas, en lo mucho que extraño tus palabras de aliento, tus sabias y siempre correcto palabras… Y ahora me siento tan perdida, dudo de cualquier cosa que me rodea y hasta de mis capacidades como doctora. ¿Y si realmente mate yo a ese niño? Y no fue esa droga…. Tengo tanto miedo —dije entre
El verdadero significado de la familia—Te… amo, ¿Lo has escuchado? —inquirí de nuevo mientras permanecíamos abrazados en la proa del para brisas del yate, este lugar era perfecto para ver las estrellas con una manta ya que se sentía el gélido frio de la humedad del mar. Después de que me lanzara a sus labios en un ataque desbordante de pasión, Gabriela se marchó con un comentario ácido y luego no paso nada más… ¿que había fallado? Me había demorado demasiado en tomar una decisión, estaba molesto conmigo.—Nikolay… Yo sé que tu…—Sabias que las únicas personas que he consi
Los días duros llegaron como escritos en la biblia. Los medios se hicieron eco de la noticia explotando con crueldad atacando al hospital Montreal, la madre de aquel niño había salido en noticieros, periódicos y entrevistas llorando y acusando a todos las enfermeras y doctores del hospital de haber matado a su hijo. El señor Zorman había salido a dar una entrevista explicando que los veredictos los daba un juez, que aún no se podía comprobar que algún doctor hubiera obrado mal, a pesar de saber toda la verdad… No podía evitar sentirme mal por no poder hablar con claridad, trataban al señor zorman de manipulador y he encubrimiento de negligencia, pero ¿y ella…? Todos eran unos carroñeros que aprovechaban la más mínima oportunidad para sacar un espectáculo de la miseria de los demás, y esa mujer no era diferente. Mientras el mundo ardía por el cas
—No pueden tener pruebas si no encuentran droga no es verdad, además… Siempre el director del hospital es el que le cae el agua sucia, ¿No? —decía incoherencias. La grabación termino, la tome y la guarde mientras este idiota divagaba en su mente, no entendía que carajos le vio Mr. drama a este pedazo de escombro, era tan mediocre de soltar la sopa sin saber que la había soltado toda, que aburrido… Y yo que pensé que sería divertido sacárselo todo entero. Cuando estuve apuno de parame rápidamente él dijo.—¡Espera! —sin dejarlo terminar golpeé su cara dándole un rodillazo en la mandíbula, me disculpé una y otra vez mientras el intentaba levantarse.—Lo siento, se terminó el descanso de mi turno… Debo irme, pero fue divertido—camine con rapidez hasta la puerta mient