La noche estaba cargada con un sentimiento escalofriante, el viento frío susurraba un presagio de muerte y dolor para el pueblo rural Bankloy. Esa noche se marcaría un hecho histórico y escalofriante para los habitantes de aquel lugar. Isabella se encontraba acostada sobre una gran cama de sábanas blanca, llevaba un camisón de tela translúcida color blanco poco a poco comenzó abrir los ojos sintiéndose aturdida, "¿que sucedió?” “¿cómo llegue aquí?” “¿dónde estoy?” fueron preguntas que se hacía mientras se forzaba a recordar, miro a su alrededor todo estaba destruido, había humo por todas partes y cuerpos sin vida estaban amontonados a su alrededor, el olor a sangre y carne quemada inundaba el lugar, Isabella sintió náuseas y cubrió su boca con su mano ahogando un sollozo ya había logrado reconocer ese lugar era la iglesia del pueblo ¿cómo llegué aquí? ¿Por qué llevo puesta esta ropa? Se preguntó mirando el camisón de seda blanco que tenía puesto, por más que se esforzaba no recordaba nada, Isabella puso unos de sus pies sobre el suelo sintió pisar un líquido tibio y viscoso bajo sus pies con horror miro de que se trataba era sangre coagulada que salía del cadáver a los pies de la cama la chica lanzó un grito de horror, su cuerpo temblaba y sus lágrimas fluía el cadáver del hombre mayor la miraba con sus ojos sin vida lo reconoció inmediatamente como Joseph Thompson el líder de la iglesia y alcalde del pueblo, su garganta estaba cortada y yacía en su propia sangre. Temblando de miedo, la adolescente camino entre los cadáveres, miraba los cadáveres que estaban tendidos en el suelo, podía reconocer la mayoría de los cuerpos que estaban en ese lugar, en una esquina pudo ver los cuerpos sin vida de sus padres, la chica se acercó entre lágrimas y callo de rodillas frente a ellos, parte de sus cuerpos estaban quemados y desfigurados. No podía creer lo que sus ojos veían todo, parecía un mal sueño, se supone que ese día iba a ser especial para ella, era su cumpleaños número quince, esa sería una noche especial para ella, duro semanas preparando todo y eligiendo el mejor vestido y ahora el día que tanto la emocionaba se convirtió en una noche de terror. Isabella levantó la vista, entré el humo, visualizó una figura un poco borrosa, al principio se asustó mucho hasta que la tuvo de frente y respiro aliviada, era su mejor amigo Jack se había ido hacía dos años cuando la casa de su familia fue destruida por el fuego Jack no pudo ser rescatado y él fue declarado muerto, ahora el que está de pie frente a ella su cabello largo de color negro estaba desordenado y en su mano tenía una navaja ensangrentada Ella se abalanzó sobre él llorando y temblando -¡¡Jack!!

El chico se quedó en silencio sin corresponder su abrazo, Isabella se separó de él miro, una de sus manos llevaba una navaja ensangrentada

-¿Jack que está sucediendo?

Él seguía sin contestarle, su rostro era inexpresivo y sus ojos frío

-¡oh dios! Todos están muertos y no sé cómo llegue aquí Isabella agarraba su cabeza con desesperación

-no sé qué está pasando ¡¿Quién demonios los asesino?

Ella se abrazaba así misma mientras temblaba y lloraba con desesperación Jack tenía una expresión escalofriante en el rostro que Isabella aún no percibía

-yo lo hice

Confeso Jack sin un rastro de emoción, Isabella abrió los ojos horrorizados

-¡¿Qué!?

Pregunto la chica pensando que había escuchado mal

-yo los asesiné

Confeso Jack sin ningún remordimiento o culpa alguna, la chica dio un paso hacia atrás y abrió los ojos con horror

-¡no, no, no! ¡Tú no pudiste! ¡¿por qué?!

Gritaba Isabella mientras negaba con su cabeza, Jack dio una sonrisa fría y siniestra -¿Por qué? ¿No es obvio? ¡Porque los odiaba a todos! No eran más que falsamente escondido detrás de un Dios inútil para hacer sus actos retorcidos y depravados

Isabella lo miraba con horror, sus ojos estaban fuera de órbita, su cabello alborotado y sus mejillas sucia

-¡¿estás loco?! ¡Ellos no te hicieron nada! ¡Maldito enfermo!

Isabella sintió la ira en su interior y se abalanzó contra el chico para atacarlo, él extendió su mano al aire mandando a Isabella a volar de un golpe, Isabella aterrizó en el suelo a unos cuantos metros de distancia, ella miro horrorizada como él caminaba lentamente hacia ella con una sonrisa maníaca y aterradora en el rostro, de la cabeza de Jack comenzaron a crecer dos grandes cuernos negros, sus uñas se hicieron larga y sus ojos grises se volvieron negros y vacíos, dos alas negras enormes salieron de su espalda, Isabella comenzó a temblar de miedo y se arrastró sobre sus manos para alejarse

-¡aléjate de mí! ¡Monstruo!

Grito alterada la chica una sonrisa burlona se dibujó en los labios de Jack

-Oh, mi pequeña Bella, ¿pensé que era tu mejor amigo?

La chica comenzó a mover la cabeza en negación

-no, tú no eres mi mejor amigo Jack jamás haría algo como esto

Él seguía acercándose a ella, su mirada distorsionada lo hacían parecer un demente cuando estuvo frente a ella se puso de cuclillas agarrándola por el mentón

-tienes razón, yo no soy ese Jack, él murió hace dos años

los ojos de Isabella encontraron con los de Jack, al mirarlo más de cerca su cuerpo comenzó a temblar, vio sus colmillos largos y cuernos en su cabeza, mientras sentía que esos ojos oscuro y carente de sentimientos le absorbían el alma

-ahora soy el segundo príncipe del séptimo reino del inframundo

Isabella volteó su rostro a un lado y cerró sus ojos con fuerza, podía sentir el rostro de Jack a centímetros del suyo, podía sentir su respiración, erizar su piel, Isabella estaba inmóvil, su cuerpo no respondía. Jack miró el crucifijo de plata que Isabella tenía alrededor de su cuello, acercó su mano y lo arranco de un tirón.

-puedes respirar tranquila no voy a matarte

Dijo el de forma indiferente, después de quitarle el crucifijo se quedó mirándola fijamente, por un momento Isabella pensó haber visto tristeza y dolor en su mirada.

-adiós Isabella

Después de decir esas palabras, desapareció en el aire rodeado de un humo negro. El sonido de la sirena policial se escuchó rompiendo en silencio de la madrugada, pasaron unos minutos para que los agentes entraran al lugar encontrando la macabra escena, un oficial se acercó a la adolescente de 15 años que tenía la mirada perdida y vacía, su cuerpo temblaba y leves sollozos salían de sus labios, el oficial la cubrió con su chaqueta y la ayudo a ponerse de pie, Isabella caminaba como un alma en pena hacia la salida. Al salir de la iglesia vio las luces de la patrulla y la ambulancia, las personas se amontonaban intentando averiguar qué estaba sucediendo. Isabella giró su cabeza y miró hacia la azotea de la iglesia, una figura oscura con grandes alas negras y cuernos que sobresalían de su cabeza, la miraba de forma penetrante, la criatura llevó un dedo hacia su boca en señal de que guardara silencio. Isabel comenzó a gritar histérica y cayó de rodillas al suelo, el oficial la sostuvo con fuerza para que no se hiciera daño, ella señalaba con horror hacia la azotea, pero no había nadie, allí, la chica entró en pánico y se desmayó por un colapso mental