"¡Dios me guarde!" Raquel se encorvó sobre sí misma, girando sobre sus pies resbaladizos para encararme con un brazo levantado al ataque. Bajó el puño al instante. "Oh, eres tú... ¡no vuelvas a gritar así! Casi pierdo la conexión"."¡Hola, Reggie!" Y un... delgado tentáculo se deslizó fuera de la na
"Dios mío". Me pareció bastante grosero que Raquel se tapara la cara con las manos, ocultando a duras penas la expresión de dolor de su rostro. "No me puedo creer que un día vayas a ser el rey de todos nosotros. Tú"."Se le da muy bien el oral". Y me quedé mirando horrorizada cómo Marina se acurruca
Raquel se acercó a mí y yo contuve la respiración, con el cuerpo rígido. Fuera lo que fuese lo que había visto en mi cara, la vulnerabilidad, el dolor, había decidido no presionarme y yo se lo agradecí. Dejó caer el brazo a su lado y continuó: "Pero, ¿quién iba a alterar la tumba de un anciano?".Mi
El punto de vista de Raquel"Puedes dejar de seguirme cuando quieras", dije por encima del hombro,"No te estoy siguiendo -dijo Regulus escuetamente-. "Simplemente voy en la misma dirección. NO-¡No aceleres, Ra-RAQUEL!"Fue un poco cruel de mi parte, dejar a Su Alteza (aterrorizada) en el polvo, per
"Sobre todo en su forma de comportarse, señorita", refunfuñó, entrecortada por detalles que no pude ver. "Camina con la espalda recta, los hombros..." Rodó los suyos para enfatizar, lo que le ayudó a sacar un poco el pecho. "-arriba y atrás como si fuera un infierno enredarse con usted, incluso si u
"No iba a hacer eso, Fiona. Sé cuando tienes las garras clavadas en alguien". Henry me tendió una mano. "Mi nombre es Henry O'Bryan de Dwarfsons Steele.""¡Y yo soy Fiona!" La vendedora ambulante hizo un gesto de cortesía, levantándose el delantal. "¡Ya que soy una maleducada y nunca me he presentad
El punto de vista de Raquel"Sólo hay una cama."Fue lo único que se me ocurrió decir mientras Fiona encendía el farolillo y proyectaba un alegre resplandor que envolvía la pequeña casita. La habitación olía a romero seco y a un toque de tierra, como si la primavera nunca se hubiera ido.Ella y Henr
"¡No se trata de eso!" Arrastré la almohada sobre mi cabeza cuando sentí que la cama se hundía. Estúpidamente, me sentía más segura así. ¡No es que el Príncipe fuera a forzarme! Sólo-Dioses, ¿¡cómo me pillaba siempre así!?Agotada y tímida, como si de verdad fuera alguien a quien hubiera que envolv