Lázaro la agarró de inmediato y la sujetó con fuerza.

—No hagas eso. Los dos mil millones de dólares aún no han sido transferidos, — susurró Lázaro.

—No tienes ningún respeto— dijo Xoana con gran disgusto, apenas pronunciando unas pocas palabras.

Lázaro sonrió cínicamente y saludó a Cosme con la mano.

Cosme se rió a grandes carcajadas y se acercó a Lázaro con una mirada malévola hacia Xoana como la de una bestia.

Xoana cerró desesperada los ojos.

No se atrevía a imaginar siquiera qué iba a pasar a continuación.

Justo en ese momento, una figura descendió repentinamente del cielo sin previo aviso, cayendo con un fuerte estruendo al suelo.

El suelo tembló como si fuera un terremoto, levantando ondas.

Los vehículos fueron lanzados al aire y cayeron pesadamente al suelo, haciendo que todos perdieran por completo el equilibrio y cayeran dentro y fuera de los vehículos.

Una nube de polvo se levantó del suelo.

Todos se sorprendieron al instante y miraron asombrados directamente hacia donde la