Aunque esta era su primera noche, con su cuerpo de Dominio Sagrado, era difícil resistirse al ardor de Simón.

Ahora se sentía como si hubiera estado gravemente enferma, incluso levantarse para ella, era extremadamente difícil.

Sin embargo, en su corazón, todavía estaba muy feliz.

Después de todo, había sido aceptada por él, y su primera vez había sido con una figura tan poderosa, así que no tenía ningún tipo de arrepentimiento.

No importa cómo la tratara en el futuro, ella ya estaba satisfecha.

Simón acababa de regresar de la ducha cuando el teléfono sonó.

Lo miró y lo descolgó.

Después de unos momentos, su expresión se volvió grave. Después de colgar, dijo a Selas: —Reserva un vuelo para mí de inmediato. Necesito volver a casa.

—¿Qué pasa, mi señor? ¿Es algo urgente? — Selas tenía un millar de renuencias en su corazón, su expresión suplicante se reflejaba en su rostro.

Simón respondió con total gravedad: —Alguien me está buscando para vengarse, y ha amenazado a mis amigos.

Selas, al e