La familia Montes se miró entre sí, Dámaso había elevado demasiado a Simón.

No es de extrañar, después de todo, Simón tiene una fuerte conexión con el señor Lozano.

Simón sonrió ligeramente. —En el futuro, seamos amigos.

—Eso está bien, Eliseo, ¿por qué no te unes a este caballero para tomar algo?

Eliseo se acercó rápidamente, levantó su copa respetuosamente y brindó con Simón.

Después de que Simón terminó de beber, dirigió su mirada hacia los tres jóvenes de Morelía.

En ese momento, los tres ya estaban atónitos, parados allí sin saber qué hacer.

Eliseo no podía enfrentarse a personas con las que no deberían meterse, ¿qué iban a hacer ahora?

En ese momento, Dámaso frunció levemente el ceño, —Ya te dije que no te acercaras tanto a esos comerciantes, mira cómo se comportan, haz que se vayan de inmediato.

—Sí, padre, — Eliseo les hizo un gesto a los tres jóvenes de Morelía, quienes se fueron apresuradamente.

Se podría decir que Dámaso los protegía de manera encubierta; de lo contrario, si