La ejecución de hechizos requería de sellos o palabras mágicas, y para hechizos de alto nivel, a veces se necesitaban usar ambos. Incluso había algunos hechizos prohibidos que requerían la realización de algún ritual, y los hechizos prohibidos a veces podrían llevar varios días para poder completarse.

La distancia entre Darío y Saulo, así como la velocidad de Saulo, claramente no permitirían que realizara ningún hechizo. Leo se alegró mucho; incluso él, un profano en estos asuntos podía ver que Darío estaba a punto de ser derrotado. El dinero que invirtió no fue en vano.

Alejandro estaba aún más asombrado, sin poder creer la fuerza de Saulo, capaz de resistir incluso un hechizo tan poderoso como la Flecha Ígnea.

El puño de Saulo ya estaba en alto, a punto de estrellarse contra Darío. Con la constitución de Darío, ese puño de Saulo sería suficiente para hacerlo añicos, sin posibilidad de sobrevivir.

Alejandro, sorprendido, gritó: —¡Detente!

Pero en ese momento, Saulo ya estaba en pleno