—¡Uff!Simón suspiro y dijo:—Bien, ahora tú también has llegado a casa. Los ocho han regresado a sus hogares, así que ya puedo estar tranquilo. Descansa muy bien, yo me iré ahora mismo. Cuando tengas tiempo, nos contactamos por celular.Después de decir esto, Simón se giró para marcharse. Sin embargo, en ese preciso instante, una voz fuerte y ansiosa resonó detrás de él.—¡Espera un momento!Simón se detuvo y se devolvió para mirar a Wilfrido. En ese momento, Wilfrido, tambaleándose, se levantó del sofá con dificultad. Pero justo cuando logró ponerse de pie, su cuerpo perdió el equilibrio y, con un —¡plop! — cayó de rodillas frente a Simón.—Capitán Wilfrido, estás borracho.Simón extendió la mano para ayudarlo a levantarse, pero Wilfrido agarró sus manos con fuerza, sujetándolo con determinación. Con un tono de voz sincero y suplicante, dijo:—Espera un poco, Simón… En realidad, no estoy borracho. Lo que quiero es pedirte un favor.—¿Pedirme un favor? ¿Qué es lo que necesitas?—Ahora
Simón respondio:—Capitán Wilfrido, primero debes entender algo. Hasta ahora, incluso los mejores equipos de exploración solo han logrado avanzar un máximo de diez kilómetros en la selva virgen. Aunque te preste un millón de dólares y mejores el equipo de tu equipo de expedición, temo que aun así será demasiado difícil adentrarnos profundo en la selva. Es más, incluso podríamos no alcanzar esos diez kilómetros.—Si no logramos encontrar el tesoro, entonces este millón de dólares será un completo desperdicio. Y en ese caso, te sentirás aún más culpable conmigo.Al escuchar esto, Wilfrido levantó de manera brusca la cabeza y miró a Simón. Se quedó en completo silencio por un momento, pero de inmediato, con una expresión emocionada, pronuncio:—¡No! Te lo garantizo, estoy completamente seguro de que podremos encontrar el tesoro. Solo nos falta una oportunidad.—Capitán Wilfrido, en la selva virgen hay incalculables peligros desconocidos. No entiendo de dónde viene tu confianza. Debes sabe
Simón se dio la vuelta, se agachó y dijo:—Te daré una última oportunidad, capitán Wilfrido. Espero que esta vez no me mientas. Si descubro que vuelves a engañarme, no te prestaré ni un solo centavo de ese millón de dólares.—Por supuesto.Wilfrido respiró de manera profunda varias veces antes de continuar:—La verdad es que, entre los siete, solo conozco las razones por las cuales Silverio, Jovito, Azariel y Fabián han seguido adelante con esta expedición. En cuanto a Cayetano, Crisóforo y Apolinar, no tengo idea alguna de sus verdaderas intenciones. Lo digo en serio, no lo sé.—Bien, entonces solo dime por qué Silverio, Jovito, Azariel y Fabián han insistido en esta expedición. Una vez que me lo cuentes, transferiré un millón de dólares a tu cuenta bancaria de inmediato. Pero nuestro acuerdo sigue en pie: cuando encontremos el oro, lo dividiremos en partes iguales.—¡De acuerdo entonces!Wilfrido asintió y luego comenzó a explicar las razones por las cuales los cuatro miembros de su
Unos minutos más tarde, el celular de Wilfrido sonó con una notificación de mensaje. Al revisar la pantalla, vio que en su cuenta bancaria se habían depositado un millón de dólares.—Muchas gracias.Wilfrido miró el mensaje, sus ojos se sonrojaron de emoción. Simón, con un tono tranquilo, le dijo:—No tienes por qué agradecerme. Descansa bien. Ahora ya soy un inversionista en el equipo de exploración de Wilfrido. Cuando todos hayan descansado, nos pondremos en contacto para discutir el siguiente paso de la expedición.Al regresar al hotel, Simón comenzó a reflexionar sobre la situación de los ocho miembros del equipo.Wilfrido ya había logrado su objetivo.Para que Silverio lograra el suyo, era necesario que el director de la biblioteca donde trabajaba le devolviera los bonos que le fueron retenidos, le ofreciera una disculpa y lo reintegrara a su equipo de trabajo.Conseguir esto no sería difícil.En cuanto a Jovito, la mujer que amaba ya estaba casada con otro hombre. Aunque había si
Jovito terminó su combate de boxeo. Aunque su rostro estaba completamente hinchado por los golpes que había recibido, aun así, se le acercó a Simón, le estrechó la mano con determinación y le expresó su mucho agradecimiento.En horas de la tarde, Simón se reunió con Azariel. Mientras conversaban, el tema de la novia de Azariel salió a luz pública.Azariel sonrió y dijo:—Zafira es una mujer a la que le gusta la vida de lujo. Esa es su naturaleza y es difícil que cambie.Simón respondió:—Una mujer así... No entiendo qué es lo que te atrae de ella.Azariel sonrió una vez más y dijo:—Su figura… y su personalidad. Esas son las razones por las que me gusta.—Sabes muy bien que Zafira es una mujer materialista. Incluso si consigues el dinero que ella quiere, es muy probable que, tarde o temprano, te deje nuevamente.—No me importa. Mi sueño es que se quede conmigo al menos un año. Si se queda más tiempo, mucho mejor.Simón conversó con Azariel y trató de hacerlo entrar en razón en varias o
Crisóforo y Apolinar se miraron el uno al otro, sus rostros se oscurecieron al instante.Crisóforo dijo:—Señor Simón, eso es imposible. Según nuestros cálculos, el valor de ese cofre de oro es realmente de doscientos millones de dólares. No debería haber margen de error.Apolinar afirmo y pronuncio:—Exactamente. Por eso, queremos cuarenta millones de dólares, ni un centavo más ni un centavo menos. Si no estamos seguros de recibir lo que nos corresponde, no abandonaremos nuestra parte del tesoro.Simón sorprendido observó a los dos hermanos con atención.Una duda comenzó a surgir en su mente.Ese tesoro estaba enterrado en lo más profundo de la selva virgen de Solara, un lugar donde nadie había pisado jamás.En teoría, nadie debería saber con certeza qué contenía ese tesoro.Sin embargo, ellos no solo sabían que se trataba de un cofre lleno de oro, sino que incluso afirmaban conocer su valor exacto.¿Cómo era posible que tuvieran una información tan precisa?Aunque Simón, como pres
Crisóforo dijo:—Señor Simón, tiene toda la razón, Cayetano no es nuestro amigo.Apolinar, por otro lado, respondió:—No, señor Simón, está equivocado. Cayetano sí es nuestro amigo, después de todo, todos somos miembros del mismo equipo de exploración. Pero la verdad es que Cayetano es solo un amigo común y corriente para nosotros.—Y lo que vamos a discutir ahora no es algo que un amigo común y corriente deba escuchar. Lo que queremos explicarle en este lugar es la verdadera razón por la que le pedimos cuarenta millones de dólares.—¿Ah, sí?Simón miró a Apolinar con una ligera sonrisa en el rostro.Aunque Apolinar era el hermano menor, en comparación con Crisóforo, su mente era más ágil y estratégica.Y ahora mismo, Simón podía notar que Apolinar parecía estar inseguro, como si quisiera decir algo, pero dudara en hacerlo.Eso le causó curiosidad.¿Qué razón podría tener Apolinar para exigirle exactamente cuarenta millones de dólares?Apolinar afirmo con tranquilidad y dijo:—Por supu
—Simón Palacios, ¿Explíquenos cual fue el motivo por el cual usted, abusó sexualmente de Valeria Quiroz? — Ante el estricto interrogatorio de la familia Quiroz, Simón respondió con gran indiferencia: —Valeria volvió a casa muy borracha y desaliñada, a altas horas de la noche. Solo la ayudé a acostarse y a descansar en la cama. Ustedes dicen que la violé. Ella es mi esposa, ¿Por qué la violaría?—Aunque sean esposos, el uso de la violencia física cuenta como violación—gritó Xavier Quiroz, el suegro de Simón.Su suegra, Clara Maldonado, lo apoyó: —Exacto, hoy deben divorciarse. Debes renunciar a la totalidad de los bienes y abandonar definitivamente esta casa.La frente de Simón se frunció. En ese momento, la hermana menor de su esposa, Ángela Quiroz, intervino: —Papá, mamá, ¿qué están haciendo? Si no fuera por mi cuñado, quien nos dio cinco millones de dólares, ¿cómo habríamos pasado de ser una familia común a una prestigiosa familia con más de diez supermercados y miles de millones en