Capitulo 2139
En un oscuro sótano, Samuel permanecía estar sentado en su gran sillón reclinable. A sus pies, el líquido negro y pegajoso que llenaba la tina de madera había disminuido hasta la mitad, dejando asi un rastro pegajoso en las paredes del recipiente.

—¡Upp!

Oscar cayó de rodillas frente a Samuel, inclinando asi la cabeza con respeto.

—Señor Samuel, he regresado.

Samuel lo observó con una mirada muy seria, su voz resonó con un tono de autoridad implacable.

—Dime, Oscar, ¿has eliminado al hombre que te ordené matar?

Oscar dudó por un instante antes de responder, dudando por un momento:

—Yo... fallé.

Los ojos de Samuel se abrieron de golpe, al instante llenos de ira. Con un movimiento rápido, se sentó en su asiento y abofeteó a Oscar con fuerza.

—¡Inútil! ¡Te dije que lo mataras!

—Lo siento... Señor Samuel... —murmuró Oscar, con la cabeza agacha. Sabía muy bien que no tenía excusa alguna y que, frente a Samuel, su existencia no era más que la de un simple e insignificante peón. Temblando lig
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