Mia se dio cuenta de repente.

Fue premeditado todo este tiempo.

Celine dijo esas palabras a propósito para provocarla a robar el documento mientras ella se libraba del trabajo sucio y permanecía intacta después.

Incluso si el asunto era expuesto, la única culpable era Mia.

Mia miró a Celine con incredulidad y, por primera vez, ella no sabía quién era esta mujer.

“Celine, ¿puedes hablar con la conciencia tranquila por una vez? Yo te traje ropa nueva cuando tu ropa estaba sucia. Hicimos un trato en tu habitación. Tu evitarías que Nell regresase a su habitación y yo te ayudaba a robar el manuscrito. ¿Por qué no lo admites?"

Celine frunció el ceño profundamente.

¡Esta idiota!

¿Por qué Mia todavía continuaba con esto?

Mientras Celine permaneciera por encima de toda sospecha en el exterior, ella podría sacar a Mia de la estación de policía.

Sin embargo, Mia la estaba arrastrando junto con ella. ¿Qué tan estúpida podía ser ella?

Aunque frustrada, Celine no tuvo otra opción.

Ella a