De hecho, Spencer logró hacerlo durante los veinte años que ellos estuvieron en el extranjero.

A lo largo de los años, sin importar que pasara, él siempre sería amable con Emilia.

Él permaneció a su lado, la cuidó, la protegió y era el cálido Hermano Mayor Nolan en quien ella siempre pudo depender con confianza.

Sin embargo, a veces, así era como eran los humanos.

Miles de tormentas no lo moverían ni afectarían su estado de ánimo, pero una vez que la espina en el fondo del corazón de él fue tocada…

Todos los bordes afilados que habían sido contenidos se revelarían en un instante.

Spencer respiró profundo y trató de suavizar su voz lo más posible y dijo: “Lo siento. Estaba equivocado hace un momento. No debería haber perdido el humor contigo. Emmy, te llevaré de regreso a tu habitación para que descanses”.

Emilia asintió y no dijo nada más. Ella extendió su mano y dejó que él la ayudara a caminar hacia la dirección del hotel.

Cuando llegaron al hotel, Emilia retiró su mano y dij