Liam siempre pensó que Nell no sabía correr.

Fue por eso que rechazó su solicitud sin dudarlo cuando ella lo mencionó por primera vez.

Aunque aceptó después de enterarse de la apuesta, no tenía muchas esperanzas al respecto.

Quién lo hubiera dicho, ¡Nell era bastante hábil!

Cuando Liam miró el auto que lo seguía, naturalmente pensó en la mujer. Llevaba una máscara y se escondió tímidamente detrás de Nell hace unos minutos.

Los ojos de la mujer eran como un gancho hecho de vino añejo, y fácilmente evocaba muchas emociones complicadas y dolorosas desde el fondo de su corazón.

'¡Maldición!’

‘¡Cómo se atreve a aparecer delante de mí!’

Liam golpeó el volante y su rostro estaba increíblemente sombrío.

‘¿Quiere comer conmigo?’

'¡Ja! ¡En sus sueños!’

Curvó sus labios en una sonrisa sombría mientras miraba por el espejo retrovisor una vez más.

El coche detrás de él todavía lo seguía de cerca, lo que hizo evidente que el corredor era bastante hábil.

No obstante, ¿y qué si Nell era hábil?