Después de la ceremonia, era tiempo del banquete.

Aunque la ceremonia había sido relativamente sencilla, el banquete reflejaba la sinceridad de la familia Leith.

Como no era una boda grandiosa, su atención se centró en otros aspectos.

Los platos del banquete no solo eran exquisitos y hermosos, sino que también sabían deliciosos. Una mirada a ellos revelaría que estos no eran platos ordinarios.

Después de algunas consultas, descubrieron que la Vieja Señora había contratado especialmente a un chef de banquetes estatal.

Por supuesto, los banquetes estatales eran eventos prestigiosos por naturaleza. El hecho de que un chef de tan alto rango aceptara cocinar para una pequeña ceremonia como la de ellos reflejaba aún más el inmenso esfuerzo.

Una vez que terminaron las celebraciones de la boda, la Vieja Señora acompañó a todos los invitados mientras se iban.

La habitación de luna de miel de Nell y Gideon no era otra que la Villa Fengqiao.

Después de todo, este lugar estaba rodeado de m