Era un mensaje de Bailey y solo contenía una oración.

Las comisuras de los labios de Gideon se curvaron con furia y sus ojos se volvieron helados.

Durante todo este tiempo, Nell había estado perdiendo la conciencia. En un momento, soñó que Yvette le pasaba la flor de loto y le daba una sonrisa malvada.

Al momento siguiente, soñó que un hombre vestido de negro la perseguía mientras corría por su vida y, al final, el hombre la tiró al suelo.

El hombre sacó un cuchillo y le sonrió con malicia. “¡Sabes demasiado, muere!”.

Nell se despertó de un sobresalto aterrorizada.

Al abrir los ojos, lo primero que vio Nell fue el intrincado y hermoso techo sobre su cabeza. Lo siguiente que notó fue la hermosa habitación en la que estaba.

Solo una pequeña lámpara naranja estaba encendida dentro de la habitación. Gideon Leith estaba sentado contra el marco de la cama, haciendo algo en su computadora portátil. Cuando vio a Nell abrir los ojos, le preguntó en voz baja: “¿Estás despierta?”.

Nell ex