Finalmente, Janet cerró la página de discusión debido a la exasperación.

“Lucha todo lo que quieras. ¡Ya no me importa un carajo!”.

Nell tampoco tenía idea de cómo lidiar con esto.

Incluso le contó a Janet todo su plan por teléfono para calmar a esta última.

Sin embargo, esta jovencita no pudo contener su curiosidad. Se conectó en línea para verificar los comentarios a pesar de saber muy bien que la gente estaba lanzando palabras enojadas en su dirección y eso solo resultaría en disgusto.

Gideon estaba cada vez más tranquilo en comparación con Nell.

Aunque indudablemente Matthew estaba confundido. El Presidente normalmente apreciaba a la señorita, pero ¿cómo podía permanecer tan indiferente ante los crueles comentarios en línea que se dirigían a ella?

Tuvo que andar por las ramas más de una vez para preguntarle a Gideon si quería tomar algunas medidas.

Incluso si no podía detener la situación por completo, al menos la idea de hacer algo podría complacer a la Señora.

Sin duda,