En el baño, Janet se aferraba a la taza del inodoro mientras vomitaba.

Nell se apresuró a entrar y la visión de Janet agitada básicamente confirmó sus sospechas. Su corazón lo sintió por ella en ese momento.

Salió para servirle un vaso de agua y regresó con algunas toallas de papel también.

Mientras le daba palmaditas en la espalda, Nell expresó su preocupación. "¿Cómo estás? ¿Estás bien?".

Janet agitó el brazo en el aire y negó con la cabeza.

Pasó un rato antes de que Janet encontrara su voz. "Estoy bien, está bien".

Janet tomó un sorbo del vaso de agua que le dio Nell, hizo gárgaras y se secó la boca con la toalla de papel. Una vez que terminó, dijo: "Lamento arruinar tu noche".

Nell negó con la cabeza. "¿Qué estás diciendo? Tú eres la que está sufriendo, ¿por qué disculparte?”.

Hizo una pausa antes de preguntar furiosamente: "¿Por qué no me dijiste algo tan importante? ¿Qué está pasando?".

Janet la miró fijamente. Sabiendo que Nell tenía sus sospechas, Janet se mordió el la