"Después de todo, él y yo seguimos siendo parientes. ¿Puedo verlo?".

El doctor se vio en un aprieto.

"Eh... El niño no está en el hospital por el momento. Si desea visitarlo, puede que tenga que ponerse en contacto con su madre. Haz que su madre te lleve".

Al escuchar su conversación hasta ese momento, ¡Luna estaba casi segura de que el hombre era el donante que iba a donar sus células de médula a Nigel!

Luna reprimió enérgicamente la emoción en su corazón. Ella quería acercarse para hablar con aquel hombre, pero temía que si se emocionaba demasiado, aquel hombre pudiera notar algo extraño.

Ella todavía recordaba que el doctor le había dicho que el donante no quería que nadie conociera su identidad.

"De acuerdo. ¿Podría darme el número de teléfono de la madre, entonces? Me pondré en contacto con ella yo mismo".

El doctor asintió. "Es posible, pero...".

"No se preocupe. No mencionaré nada acerca de hoy".

Después de guardar el número de teléfono de la madre del niño, Christian