Luna no tenía idea de cómo Alice convenció a Adrian, pero por la noche cuando estaban cenando en la Villa Bahía Azul, él estaba mucho más tranquilo.

No había señales de su descarada furia de la tarde, incluso tomó la iniciativa y se disculpó con Luna.

"Señorita Luna, actué impulsivamente. Alice me explicó toda la situación, me di cuenta de que usted tenía razón, Hailey era la culpable”.

El hombre de mediana edad miró la huella de su palma que había quedado impresa en su mejilla a causa de la bofetada, y suspiró profundamente: “Me gustaría disculparme. Lo siento”.

Luna se quedó muy sorprendida. A pesar de que no tenía una buena impresión de él, a pesar de que era su mayor. Ella le sonrió levemente y dejó pasar el asunto sin más discusión.

Tal vez porque Sebastian y Alice habían estado fuera demasiado tiempo y dio la casualidad de que ese día estaba presente toda la familia, el mayordomo le ordenó al chef que preparara un banquete suntuoso para la cena.

Adrian estaba bastante